miércoles, 22 de diciembre de 2010

Afirmar nuestra fe en la humanidad y divinidad de Jesús, invita Cardenal Rivera Carrera

En la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México, el pasado domingo 19 de diciembre, durante la misa del mediodía, el Cardenal Norberto Rivera Carrera recordó la profecía de Isaías, quien señaló “He aquí que la virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrán el nombre de Emmanuel, que quiere decir Dios-con-nosotros", y agregó que con ello la liturgia nos explica que la Navidad es celebrar “a Dios que se hace carne, a Dios que en el seno de María viene a nosotros en Jesucristo”, haciéndose “un Dios cercano”.

Seguidamente, el Prelado destacó que “el niño que contemplaremos en la Navidad, en el pesebre de Belén, es Jesús, el Emmanuel”, quien es nuestro puente para llegar a Dios y que a su vez se convierte en nuestro salvador.

“En esta Navidad, renovaremos nuestra fe, sin dejar dudas ni equivocaciones, proclamaremos nuestra fe en este misterio de la Encarnación, afirmaremos nuestra fe tanto en la divinidad como en la humanidad de Jesucristo, tanto en su dimensión histórica como en su dimensión trascendente. No podemos desfigurar, parcializar o ideologizar la persona de Cristo, porque muchas veces la concebimos como un gran profeta, como un líder, como un revolucionario, como alguien muy carismático, pero si lo redujéramos únicamente al campo humano, al campo privado, Jesucristo no sería nuestro salvador”, declaró.

Más tarde, el Arzobispo Primado de México insistió que “necesitamos pedirle a Dios que nos regale ese poder creer en Jesucristo verdadero Dios y verdadero hombre”. Además nos exhortó a seguir el ejemplo de José y María de “poner nuestra confianza en Dios y dejarnos conducir por su Espíritu”.

Luego alentó a los fieles a “descubrir que nuestra vocación y el verdadero reto que tenemos como cristianos es llevar a toda persona a la obediencia de la fe, es ser apóstoles, es proclamar el Evangelio de Jesucristo”. Por otra parte, reiteró que en este último domingo de preparación para la Navidad, la liturgia quiere impregnarnos de la figura de María, porque nadie mejor que Ella puede enseñarnos a recibir a Jesucristo, ya que durante nueve meses, Ella fue el sagrario del Hijo de Dios, fue quien lo llevó en su seno y gracias a Ella nos llegó la salvación.

Por último, el Cardenal Rivera Carrera explicó que hace más de dos mil años, los Pastores y los Reyes Magos encontraron al Niño Jesús con la Virgen María, y con ello destacó que para aceptar a Jesús, también debemos aceptar y recordar a la mujer que Él escogió para que fuera su madre. Agregó además, que esto “lo sabemos muy bien los mexicanos, nosotros concretamente llegamos a la fe cristiana por Santa María de Guadalupe, que nos trajo a Jesús en su seno”.

“La alegría de la Navidad no sería completa si nuestra mirada no se dirigiese a aquélla que, obedeciendo al Padre, engendró para nosotros al Hijo unigénito de Dios. Pidámosle a María, madre de Cristo, y madre nuestra por tanto, que nos prepare para recibir a su Hijo en esta Navidad y siempre, y que Ella nos enseñe cómo tratar a Jesucristo, cómo escuchar su palabra, y cómo hacer su palabra la norma de nuestra vida, cómo permanecer fieles a esa palabra, como Ella lo hizo, hasta llegar al pie de la cruz”, concluyó.

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