viernes, 30 de diciembre de 2011

Oración de fin de año

Señor, Dios, dueño del tiempo y de la eternidad, tuyo es el hoy y el mañana, el pasado y el futuro.

Al terminar este año quiero darte gracias por todo aquello que recibí de TI.

Gracias por la vida y el amor, por las flores, el aire y el sol, por la alegría y el dolor, por cuanto fue posible y por lo que no pudo ser.

Te ofrezco cuanto hice en este año, el trabajo que pude realizar y las cosas que pasaron por mis manos y lo que con ellas pude construir.

Te presento a las personas que a lo largo de estos meses conocí, las amistades nuevas, los más cercanos a mí y los que estén más lejos, los que me dieron su mano y aquellos a los que pude ayudar, con los que compartí la vida, el trabajo, el dolor y la alegría.

Pero también, Señor hoy quiero pedirte perdón, perdón por el tiempo perdido, por el dinero mal gastado, por la palabra inútil y el amor desperdiciado.

Perdón por las obras vacías y por el trabajo mal hecho, y perdón por vivir sin entusiasmo.

También por la oración que poco a poco fui aplazando y que hasta ahora vengo a presentarte.

Por todos mis olvidos, descuidos y silencios, nuevamente te pido perdón.

Próximos a iniciar el 2012, detengo mi vida ante el nuevo calendario aún sin estrenar y te presento estos días que sólo TÚ sabes si llegaré a vivirlos.

Hoy te pido para mí y los míos la paz y la alegría, la fuerza y la prudencia, la claridad y la sabiduría.

Quiero vivir cada día con optimismo y bondad llevando a todas partes un corazón lleno de comprensión y paz.

Cierra Tú mis oídos a toda falsedad y mis labios a palabras mentirosas, egoístas, mordaces o hirientes.

Abre en cambio mi ser a todo lo que es bueno, que mi espíritu se llene sólo de bendiciones y las derrame a mi paso.

Amén

INVITACIONES ESPECIALES

1. Les invitamos a que adquieran el libro Semana de Santidad en oración Contemplativa, de Monseñor Pedro Agustín Rivera Díaz, esta publicación es una propuesta para conocer, vivenciar y compartir el amor de Jesús. En él encontrarán oraciones diarias. El hilo conductor de este hermoso libro son las 7 palabras de Jesús en la cruz.
Pueden comprarlo en la Antigua Basílica de Guadalupe.

2. El Cardenal Norberto Rivera Carrera, nos invita a participar de la Peregrinación de la Arquidiócesis de México a la Basílica de Guadalupe, el sábado 14 de enero. La cita es a las 9:00 de la mañana en la Ex Glorieta de Peralvillo, la misa será presidida por él a las 12:00 hrs.

3. El Centro de Espiritualidad de Familia Eucarística, les invita a vivir un “Retiro de Sanación, los días 7 y 8 de Enero. La cita es el 7 de enero en el Templo Expiatorio a Cristo Rey, Antigua Basílica de Guadalupe a las 7 de la mañana. Costo de recuperación $ 400 pesos. Informes al 5577 0450, con David Martínez.

Historia de la semana

Hoy es el día

Imagina que existe un banco, que cada mañana acredita en tu cuenta la suma de $86.400 No arrastra tu saldo día a día. Cada noche borra cualquier cantidad de tu saldo que no usaste durante el día. ¿Qué harías? ¡Retirar hasta el último centavo, por supuesto!

Cada uno de nosotros tiene ese banco. Su nombre es TIEMPO. Cada mañana, este banco te acredita 86.400 segundos. Cada noche, este banco borra, y da como perdido, cualquier cantidad de ese crédito que no hayas invertido en un buen propósito. Este banco no arrastra saldos, ni permite sobregiros. Cada día te abre una nueva cuenta. Cada noche elimina los saldos del día. Si no usas tus depósitos del día, la pérdida es tuya. No se puede dar marcha atrás. No existen los giros a cuenta del depósito de mañana. Debes vivir en el presente con los depósitos de hoy.

Invierte de tal manera, de conseguir lo mejor para ti y para los demás. Invierte en salud, en amor, en verdad, en justicia, en paz.

El reloj sigue su marcha. Consigue lo máximo en el día.

Para entender el valor de un año: pregúntale a algún estudiante que perdió el año de estudios.

Para entender el valor de un mes: pregúntale a la madre que alumbró un bebé prematuro.

Para entender el valor de una semana: pregúntale al editor de un semanario.

Para entender el valor de un día: pregúntale a los amantes que esperan encontrarse.

Para entender el valor de una hora: pregúntale a quien debe cuidar a un enfermo.

Para entender el valor de un minuto: pregúntale a una persona que perdió el último tren.

Para entender el valor de un segundo: pregúntale a una persona que evitó en un instante un accidente.

Para entender el valor de una milésima de segundo: pregúntale a la persona que ganó una medalla de oro en las olimpiadas.

Atesora cada momento que vivas. Y atesóralo más, si lo compartes con alguien especial.

Ayer es historia. Mañana es misterio. Hoy es una dádiva. Por eso es que se le llama PRESENTE.

Fiesta de la Sagrada Familia

La fiesta de la Sagrada Familia se celebra el domingo siguiente a la Navidad.

Dios Amor nos brinda el modelo pleno de amor familiar al presentarnos a Jesús, María y José. La Sagrada Familia nos habla de todo aquello que cada familia anhela auténtica y profundamente, puesto que desde la intensa comunión hay una total entrega amorosa por parte de cada miembro de la familia santa elevando cada acto generoso hacia Dios.

Por ello, a la luz de la Sagrada Escritura, veamos algunos rasgos importantes de San José, Santa María y el Niño Jesús. San José Es el jefe de la familia y actúa siempre como Dios le manda, muchas veces sin comprender el por qué de lo que Dios le pide, pero teniendo fe y confianza en Él. Cuando se entera que María estaba embarazada piensa en abandonarla porque la quería mucho y no deseaba denunciarla públicamente (como era la costumbre de la época), pero el Ángel de Dios se le apareció en sueños y le dijo que lo que había sido engendrado en el vientre de María era obra del Espíritu Santo y que no temiera en recibirla. Cuando nace el niño, él le pone el nombre de Jesús, como el Ángel le había dicho. Luego, cuando Herodes tenía intenciones de matar al Niño Jesús y ante otro aviso del Ángel del Señor, José toma a su familia y marcha hacia Egipto. Por último, con la muerte de Herodes y ante un nuevo aviso del Ángel de Dios, lleva a su familia a instalarse en Nazaret. San José, Casto Esposo de Santa María, acoge a Jesús en su corazón paternal, educándolo, cuidándolo, amándolo como si fuere hijo suyo. El Niño Jesús aprende de su "santo padre adoptivo" muchas cosas, entre estas, el oficio de carpintero.

La Santísima Virgen María desde el momento de la Anunciación, es el modelo de entrega a Dios. En la Anunciación, María responde con un Sí rotundo desde una libertad poseída, poniéndose en las manos de Dios. En Santa María vemos una continua vivencia de la dinámica de la alegría-dolor: criando, educando, siguiendo de cerca a su Hijo Jesús mostrándole en todo momento un auténtico amor maternal. Ella fue vislumbrando lentamente el misterio trascendente de la vida de Jesús, manteniéndose fielmente unida a Él.

El niño Jesús desde chico, demuestra que es el Hijo de Dios y que cumple fielmente lo que su Padre le manda. Como niño, Él obedecía a su madre y a su padre adoptivo, y permanecía siempre junto a ellos. María y José fueron sus primeros educadores. Cuando Jesús se queda en el Templo, a los doce años, se puede pensar que desobedece a sus padres y que eso está mal. No es así, Jesús demuestra en este hecho su plena independencia con respecto a todo vínculo humano cuando está de por medio el Plan de su Padre y la Misión que Él le ha encomendado.

Feliz 2012

Mons. Pedro Agustín, Familia Eucarística y Comunicación con Criterio
les desean un feliz año nuevo.
Que el Señor los bendiga y les regale salud y mucha felicidad
en compañía de sus seres queridos.

jueves, 29 de diciembre de 2011

Peregrinación de la Arquidiócesis 2012

"¿Qué podrá apartarnos del amor de Cristo?": Cardenal Rivera Carrera

Al mediodía del pasado 25 de diciembre, el Cardenal Norberto Rivera dijo en la misa dominical celebrada en la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México, que la Navidad es “tiempo de salvación en que Dios nos muestra su cercanía”.

Seguidamente indicó que este es el centro de la fe de todo católico, la misma fe que próximamente el Papa Benedicto XVI, como sucesor de Pedro, vendrá a confirmar. Luego, el Prelado explicó que por amor, Dios envió a su único Hijo para que con su muerte nos pudiera salvar.

"Tanto amó Dios al mundo, Dios nuestro Padre nos envía a su Hijo Único. El Verbo Eterno de Dios enviado por el Padre, toma nuestra carne, y llega a mostrarnos su amor hasta llegar a la cruz. Y el verbo eterno se hizo carne por obra y gracia del Espíritu Santo. Esa es nuestra fe, creemos en el amor del Padre, en el amor del Hijo, en el amor del Espíritu Santo. Es lo que creemos y predicamos con todo el corazón. Es el centro de nuestra fe y la piedra angular de nuestras vidas. Creemos que esa salvación viene a cada hombre, a cada mujer sólo a través de un encuentro personal con Jesucristo", prosiguió.

En su mensaje, el Cardenal preguntó que haciendo frente a los sufrimientos que vemos en el mundo, “¿qué podrá apartarnos del amor de Cristo? ¿la aflicción? ¿la angustia? ¿la persecución? ¿el hambre?”, a lo que respondió asegurando que el pequeño niño nacido en Belén venció la muerte y es la luz del mundo que disipará las tinieblas, y que por Él toda maldad puede ser vencida.

"Hemos escuchado los sufrimientos de las familias que soportan cargas de diversa naturaleza que les oprimen; de los jóvenes que se sienten perdidos en el mundo de hoy y que se les priva de la oportunidad de ganarse la vida y construir una familia; de los jóvenes que pierden el bienestar de su hogar para irse a buscar mejores horizontes en el anonimato y la incertidumbre de las ciudades o de otros países. Y lo que es más terrible, hemos escuchado como noticia de estos días, la cantidad de niños que desaparecen de nuestra patria precisamente por el crimen organizado que de diversas maneras los hace desaparecer de en medio de nuestras familias. Hemos escuchado el lamento de los trabajadores, lamento ocasionado por las fatigas de que no consiguen un salario justo. Miembros de las minorías que son víctimas de prejuicios y de injusticias; de los pueblos autóctonos e indígenas a quienes no se les ha respetado en sus derechos y en su dignidad; de los que viven solos y afectados por la enfermedad o por la edad y abandonados por su propia familia".

El Arzobispo Primado de México también señaló que en esta Navidad fuimos especialmente invitados a un encuentro personal con Jesucristo, quien nos conduce a la solidaridad y la caridad, para compartir lo que somos, lo que creemos y lo que tenemos. “El Señor Jesús es el ejemplo perfecto de esto, ya que Él se despojó de Sí mismo para hacerse en todo semejante a nosotros, menos en el pecado”, agregó.

Recordó también que “la solidaridad nos impulsa a considerarnos los unos a los otros como hermanos”, sirviendo y acogiendo “al hermano pobre en nuestra comunidad, hasta la transformación de nuestra realidad social en un espacio más humano y fraterno”, a través de pequeñas obras y hechos.

Por último, el Cardenal Rivera solicitó la intercesión de la Virgen María, para que sea ella quien nos “ayude a realizar el encuentro con el Señor Jesús”.

martes, 27 de diciembre de 2011

Papa Benedicto XVI pide que llegue a todos el eco del anuncio de Belén

El pasado 25 de diciembre, el Papa Benedicto XVI pronunció un mensaje con ocasión de la Navidad. En él llamó a todos los cristianos a dirigirse "al Niño de Belén, al Hijo de la Virgen María" para pedir la paz y estabilidad en "la Tierra en la que ha decidido entrar en el mundo".

Al inicio de su mensaje, el Santo Padre señaló: “Queridos hermanos y hermanas, volvamos la vista a la gruta de Belén: el niño que contemplamos es nuestra salvación. Él ha traído al mundo un mensaje universal de reconciliación y de paz. Abrámosle nuestros corazones, démosle la bienvenida en nuestras vidas. Repitámosle con confianza y esperanza: «Veni ad salvandum nos»”.

Más adelante, solicitó que “llegue a todos el eco del anuncio de Belén, que la Iglesia católica hace resonar en todos los continentes, más allá de todo confín de nacionalidad, lengua y cultura. El Hijo de la Virgen María ha nacido para todos, es el Salvador de todos”.

Junto con el anuncio del nacimiento del Hijo de Dios, recordó que el hombre clama a Dios su Salvador, pues “siente no saber superar por sí solo las dificultades y peligros. Que necesita poner su mano en otra más grande y fuerte, una mano tendida hacia él desde lo alto. Queridos hermanos y hermanas, esta mano es Cristo, nacido en Belén de la Virgen María. Él es la mano que Dios ha tendido a la humanidad, para hacerla salir de las arenas movedizas del pecado y ponerla en pie sobre la roca, la roca firme de su verdad y de su amor (cf. Sal 40,3)”.

El Pontífice explicó también, que el nombre de Jesús significa «Salvador» y que el Niño nacido en Belén “fue enviado por Dios Padre para salvarnos sobre todo del mal profundo arraigado en el hombre y en la historia: ese mal de la separación de Dios, del orgullo presuntuoso de actuar por sí solo, del ponerse en concurrencia con Dios y ocupar su puesto, del decidir lo que es bueno y es malo, del ser el dueño de la vida y de la muerte (cf. Gn 3,1-7). Este es el gran mal, el gran pecado, del cual nosotros los hombres no podemos salvarnos si no es encomendándonos a la ayuda de Dios, si no es implorándole: «Veni ad salvandum nos - Ven a salvarnos»”.

“Dios es el Salvador, nosotros, los que estamos en peligro. Él es el médico, nosotros, los enfermos. Reconocerlo es el primer paso hacia la salvación, hacia la salida del laberinto en el que nosotros mismos nos encerramos con nuestro orgullo. Levantar los ojos al cielo, extender las manos e invocar ayuda, es la vía de salida, siempre y cuando haya Alguien que escucha, y que pueda venir en nuestro auxilio”, agregó.

“Jesucristo es la prueba de que Dios ha escuchado nuestro clamor. Y, no sólo. Dios tiene un amor tan fuerte por nosotros, que no puede permanecer en sí mismo, que sale de sí mismo y viene entre nosotros, compartiendo nuestra condición hasta el final (cf. Ex 3,7-12). La respuesta que Dios ha dado en Jesús al clamor del hombre supera infinitamente nuestras expectativas, llegando a una solidaridad tal, que no puede ser sólo humana, sino divina. Sólo el Dios que es amor y el amor que es Dios podía optar por salvarnos por esta vía, que es sin duda la más larga, pero es la que respeta su verdad y la nuestra: la vía de la reconciliación, el diálogo y la colaboración”, indicó el Papa.

Más adelante, el Vicario de Cristo manifestó: “Invoquemos juntos el auxilio divino para los pueblos del Cuerno de África, que sufren a causa del hambre y la carestía, a veces agravada por un persistente estado de inseguridad. Que la comunidad internacional no haga faltar su ayuda a los muchos prófugos de esta región, duramente probados en su dignidad.

Que el Señor conceda consuelo a la población del sureste asiático, especialmente de Tailandia y Filipinas, que se encuentran aún en grave situación de dificultad a causa de las recientes inundaciones.

Y que socorra a la humanidad afligida por tantos conflictos que todavía hoy ensangrientan el planeta. Él, que es el Príncipe de la paz, conceda la paz y la estabilidad a la Tierra en la que ha decidido entrar en el mundo, alentando a la reanudación del diálogo entre israelíes y palestinos. Que haga cesar la violencia en Siria, donde ya se ha derramado tanta sangre. Que favorezca la plena reconciliación y la estabilidad en Irak y Afganistán. Que dé un renovado vigor a la construcción del bien común en todos los sectores de la sociedad en los países del norte de África y Oriente Medio”.

Por último, alentó a que el “nacimiento del Redentor asegure estabilidad política en los países de la región africana de los Grandes Lagos y fortaleza el compromiso de los habitantes de Sudán del Sur para proteger los derechos de todos los ciudadanos”.

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Felicitaciones


FELIZ NAVIDAD Y
UN AÑO 2012 LLENO DEL AMOR DE DIOS

“Señor Jesús, tú que has querido nacer como el primero de muchos hermanos, danos la verdadera hermandad. Ayúdanos para que nos parezcamos a Ti. Ayúdanos a reconocer tu rostro en el otro que me necesita, en los que sufren o están desamparados, en todos los hombres, y a vivir junto a ti como hermanos y hermanas, para convertirnos en una familia, tu familia”.
Papa Benedicto XVI, Homilía en la Solemnidad de la Natividad del Señor,
24 de diciembre de 2010.

lunes, 19 de diciembre de 2011

Papa Benedicto XVI: El ‘sí’ de María implica el conjunto de maternidad y virginidad

En su reflexión antes del Ángelus dominical, el Papa Benedicto XVI señaló ayer (18 de diciembre) que el misterio de la Navidad está en confiar en el amor de Dios para acoger la vida divina del Niño Jesús.

Al inicio de su mensaje, el Vicario de Cristo destacó que "En este cuarto domingo de Adviento, la liturgia nos presenta este año el relato del anuncio del Ángel a María. Contemplando el icono estupendo de la Santísima Virgen, en el momento en que recibe el mensaje divino y da su respuesta, somos iluminados interiormente por la luz de la verdad que emana, siempre nueva, de aquel misterio”.

Seguidamente, explicó que “Como telón de fondo del acontecimiento de Nazaret está la profecía de Isaías. ‘He aquí que una doncella está encinta y va a dar a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel’. Esta antigua promesa ha encontrado cumplimiento sobreabundante en la Encarnación del Hijo de Dios. En efecto, no sólo la Virgen María ha concebido, sino que lo ha hecho por obra del Espíritu Santo, es decir del mismo Dios. El ser humano que comienza a vivir en su seno toma la carne de María, pero su existencia deriva totalmente de Dios”.

“El hecho de que María conciba permaneciendo virgen es, por tanto, esencial para el conocimiento de Jesús y para nuestra fe, porque testimonia que la iniciativa ha sido de Dios y sobre todo revela quién es el concebido”, dijo.

El Santo Padre también señaló que “Por esta razón es tan importante esa única pregunta que María, ‘muy turbada’, dirige al Ángel: ‘¿Cómo será esto, puesto que no conozco varón?’. En su sencillez, María es sapientísima: no duda del poder de Dios, pero quiere comprender mejor su voluntad, para conformarse completamente a esta voluntad”.

“María es infinitamente superada por el Misterio, y sin embargo ocupa perfectamente el lugar que, en el centro del mismo, le ha sido asignado. Su corazón y su mente son plenamente humildes, y, precisamente por su humildad singular, Dios espera el ‘sí’ de esta muchacha para realizar su designio”, manifestó el Pontífice, para luego agregar que “El ‘sí’ de María implica el conjunto de maternidad y virginidad, y desea que todo en Ella sea para la gloria de Dios, y el Hijo que nacerá de Ella pueda ser totalmente don de gracia”.

Por último, el Papa expresó: “Queridos amigos, la virginidad de María es única e irrepetible; pero su significado espiritual se refiere a todo cristiano. En sustancia, está ligado a la fe: en efecto, quien confía profundamente en el amor de Dios, acoge en sí mismo a Jesús, su vida divina, por la acción del Espíritu Santo. ¡Es éste el misterio de la Navidad! Deseo a todos vosotros que lo vivís con íntima alegría".

Para concluir, Benedicto XVI pidió que la Virgen María "nos ayude a intensificar nuestra preparación espiritual, para disponer nuestro corazón al nacimiento del Hijo de Dios".

Oración por la paz

Señor Jesús:
Príncipe de la paz,
Sol que naces de lo alto
para iluminar a quienes viven en tinieblas
y en sombras de muerte,
haz resplandecer Tu luz sobre nuestro país.

Ven con Tu luminosa presencia
a desterrar la oscuridad de todo corazón.
Concédenos, te rogamos,
el final de la violencia,
el consuelo de quienes la han padecido
y la conversión de cuantos hacen el mal.

Ven y enséñanos a establecer en nuestra nación
Tu Reino de justicia y de paz, misericordia y perdón.

Te lo pedimos por intercesión de santa María de Guadalupe,
Madre Tuya y de quienes a ella clamamos,
para que nos ayude a edificar una patria
en la que todos podamos convivir como hermanos.

Amén.

Arzobispo Emérito destaca humildad, servicio y maternidad de María

El Arzobispo Emérito de Corrientes (Argentina), Mons. Domingo Salvador Castagna, destacó este 19 de diciembre, que la Virgen María es modelo de plena humildad.

"Estamos a pocos días de la Navidad. El 4º domingo de Adviento nos sitúa en el centro del Misterio de la Encarnación y en la relación estrecha que existe entre la virtud de la humildad y la ‘sombra’ del Altísimo", afirmó el Prelado.

Luego explicó que la Madre de Dios une a la humildad el silencio, su actitud contemplativa y su amor materno: "Desde el momento de la Anunciación, no abandona el seguimiento de su Hijo; es quien lo adora expresando, en su fidelidad, la humildad extrema de Él".

Además, Mons. Salvador destacó la clara conciencia de la Virgen de "ser servidora del Señor, más cercana que nadie a su Hijo". Y también destacó la importancia de mirar a María como la ve el Ángel en la Anunciación: "Si no miramos a María como la ve el Ángel, no entenderemos la divina pobreza del pesebre y el sentido de la Navidad. Ella ama a Dios con toda la pobreza de su espíritu; por eso su respuesta es serena, directa y breve", señaló.

"Durante el Adviento la Iglesia nos ofreció un espacio litúrgico adecuado. El sacramento de la Reconciliación restaura esa armonía dañada por el odio y la violencia. Feliz Navidad es el deseo nostálgico de los corazones hambrientos de paz", concluyó.

Vaticano confirma fechas de JMJ Río 2013

El Pontificio Consejo para los Laicos en el Vaticano confirmó el pasado 13 de diciembre, las fechas para la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) que se celebrará en Río de Janeiro del 23 al 28 de julio de 2013.

La información fue divulgada por el sitio oficial del evento www.rio2013.com y por el Arzobispo de Río de Janeiro, Mons. Orani João Tempesta, a través de su cuenta de twitter. Las fechas se confirmaron durante la reunión de los miembros del Pontificio Consejo para los Laicos y la comisión del Comité Organizador Local (COL) de Río que estuvieron en Roma, para ver los detalles del evento.

Mujer que cambió la fama por vida religiosa, compartirá testimonio en Encuentro Eucarístico

Hace unas semanas, ACI Prensa informó que en el próximo Encuentro Eucarístico Mariano de California, el cual se celebrará el 14 y 15 de enero, la conferencia central será impartida por la madre Dolores Hart.

En dicho evento, la religiosa compartirá su testimonio, ya que para los años 60, abandonó su ascendente carrera como actriz de Hollywood por ingresar a un convento benedictino de clausura. La madre Hart es una galardonado ex actriz que participó en dos conocidas películas de Elvis Presley.

En el encuentro titulado "La fe que mueve montañas", la religiosa ofrecerá dos ponencias: "¿Cómo una carrera en Hollywood me llevó a la fe" y "El oído del corazón: Cuando el Maestro habla el discípulo va a escuchar".

En su juventud, Dolores Hart fue una conocida actriz de teatro y cine. Actuó en la década de 1960 en los clásicos "Where the Boys Are", e interpretó a Santa Clara en la película "Francisco de Asís" en 1961. También interpretó el papel principal en la película "El Inspector".

Ganó un Premio Theatre World 1959 y una nominación al premio Tony por su papel en la producción de Broadway "El placer de su compañía". Sigue siendo miembro de la Academia y es actualmente la única monja que votar en los premios Oscar.

Para más información sobre la conferencia de 2012, visite http://www.ccmec.org

viernes, 9 de diciembre de 2011

Rosario Viviente el 11 de diciembre

El Templo Expiatorio a Cristo Rey y el Centro de Espiritualidad de Familia Eucarística te invitan el próximo domingo 11 de diciembre al Rosario Viviente que se realizará pare celebrar a la Santísima Virgen de Guadalupe. El evento dará inicio a las 18:00 hrs. y estará animado por un conjunto musical.

Te esperamos.



Test del Embarazo

¿Qué recomendarías o pensarías que se debe hacer ante los siguientes cuatro casos de embarazo?

1. El padre es asmático, la madre es tuberculosa. Tienen cuatro hijos. El primero es ciego, el segundo es sordo, el tercero está muerto y el cuarto tiene tuberculosis. La madre está embarazada de nuevo. ¿Recomendarías el aborto en esta situación?

2. Una señora está embarazada; ya tiene muchos hijos, dos de ellos han muerto, su esposo está en la guerra y a ella le queda poco tiempo de vida. ¿Le recomendarías el aborto a esta señora?

3. Un ministro y su esposa quienes enfrentan problemas económicos muy fuertes, ya tienen 14 hijos, son realmente pobres. Considerando su extrema indigencia, ¿Recomendarías que la esposa abortara su decimoquinto hijo?

4. Una joven está embarazada; no está casada y su prometido no es el papá del niño que está esperando, ¿Le recomendarías que abortara?

Conclusiones: Si contestaste que Sí en alguna de las situaciones anteriores, lee lo siguiente:

En el primer caso: El padre asmático, la madre tuberculosa, tuvieron cuatro hijos: el primero ciego, el segundo sordo, el tercero había muerto y el cuarto tenía tuberculosis. La madre estaba embarazada de nuevo…hubieras matado a: Beethoven.

En el segundo caso: Una señora está embarazada; ya tiene muchos hijos, dos de ellos han muerto, su esposo está en la guerra y a ella le queda poco tiempo de vida…te hubiera tocado asesinar a un ser muy humano, a un pastor de almas, a: Juan Pablo II.

En el tercero: Un ministro y su esposa con problemas económicos muy fuertes, ya tienen 14 hijos, son realmente pobres…hubieras aniquilado a uno de los más grandes predicadores del siglo pasado: Juan Wesley.

En el quinto caso: Una joven está embarazada; no está casada y su prometido no es el papá del niño que está esperando…hubieras asesinado nada menos que a: JESUCRISTO.

Si estás a favor de la vida, ¡defiéndela! A veces los propagandistas de la muerte pueden confundirnos. No permitamos que nos engañen como lo han venido haciendo. Muchos inocentes dependen de nosotros…

"La oración nos abre a recibir el don de Dios", Papa Benedicto XVI

En la catequesis de la audiencia general del miércoles 7 de diciembre, continuando el ciclo de la oración de Jesús, el Papa Benedicto XVI se refirió al llamado "Himno de Júbilo del Mesías", la plegaria de Jesús transmitida por los evangelistas Mateo y Lucas que constituye "el ápice de un camino de oración en que emerge claramente la profunda e íntima comunión de Jesús con la vida del Padre, en el Espíritu Santo, y su filiación divina".

Al principio del himno, Jesús se dirige a Dios llamándolo Padre, un término que expresa "la conciencia y la certeza de Jesús de ser ‘el Hijo’ en íntima y constante comunión con Él. Este es el punto central y la fuente de toda oración de Jesús".

El Vicario de Cristo también explicó que los destinatarios del mensaje de Dios “son los ‘pequeños’”, quienes a través de la pureza de corazón reconocen el rostro de Dios en Jesucristo, porque la pureza “Es tener el corazón tan simple como el de los niños, sin la presunción de quien se cierra en sí mismo pensando que no necesitamos a nadie, ni siquiera a Dios".

Más tarde, el Pontífice señaló que en el Evangelio de Mateo, después del Himno de Júbilo, aparece uno de los llamados más conmovedores de Jesús: "’Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré’. Jesús pide ir a Él, que es la verdadera sabiduría, a Aquél que es ‘manso y humilde de corazón"; propone ‘su yugo’ el camino de la sabiduría del Evangelio, que no es una doctrina que aprender o una propuesta ética, sino una Persona a seguir: Él mismo, el Hijo Unigénito en perfecta comunión con el Padre".

Luego exhortó a los fieles a dirigirse a Dios "con confianza de hijos y llamarlo Padre cuando rezamos. Pero tenemos que tener el corazón de los pequeños, de los ‘pobres de espíritu’ para reconocer que no somos autosuficientes, que necesitamos a Dios, que tenemos que encontrarlo, escucharlo, hablarle". "La oración nos abre a recibir el don de Dios, su sabiduría, que es Jesús mismo, para hacer la voluntad del Padre en nuestras vidas y encontrar consuelo en las fatigas de nuestro camino", afirmó.

Por último, el Santo Padre indicó que cada católico está llamado a ser como María y el Señor Jesús, que le dijeron "sí" al plan de Dios, a su voluntad. "Si nos hacemos pequeños, entrando en la lógica divina, podremos pronunciar con Jesús nuestro ‘sí’ a ese plan de Dios, como hizo María en la Anunciación".

Fiesta de la Inmaculada Concepción: 8 de diciembre

Una de las solemnidades que cada año celebra la Iglesia Católica es la fiesta de la Inmaculada Concepción de María, el 8 de diciembre.

Este día recordamos el dogma de fe (verdad revelada por Dios) que nos indica que la Virgen María fue preservada del pecado desde el momento de su concepción, siendo, además de Jesús, la única persona que no ha nacido con el pecado original.

El 8 de diciembre de 1854, en su bula Ineffabilis Deus, el Papa Pío IX proclamó este dogma con las siguientes palabras:

"...declaramos, proclamamos y definimos que la doctrina que sostiene que la beatísima Virgen María fue preservada inmune de toda mancha de la culpa original en el primer instante de su concepción por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente, en atención a los méritos de Cristo Jesús Salvador del género humano, está revelada por Dios y debe ser por tanto firme y constantemente creída por todos los fieles..."

Las devociones a la Inmaculada Virgen María son numerosas, y entre sus devotos destacan santos como San Francisco de Asís y San Agustín.

El camino para la definición dogmática de la Concepción Inmaculada de María fue trazado por el franciscano Duns Scotto. Se dice que al encontrarse frente a una estatua de la Virgen María hizo esta petición: "Dignare me laudare te: Virgo Sacrata" (Oh Virgen sacrosanta dadme las palabras propias para hablar bien de Ti). Luego se cuestionó algunos aspectos que él mismo contestó:

El primero de ellos le hizo comprender que para Dios sería honroso que su madre naciera sin ninguna mancha. Lo siguiente fue reconocer que Dios lo puede todo y por lo tanto podía hacer que María naciera inmaculada.

La Virgen María es Inmaculada gracias a Cristo, su hijo, puesto que Él iba a nacer de su seno. De esta manera se demuestra cómo Jesús es Salvador en la guarda de Dios con María, y la omnipotencia del Padre se revela como la causa de este don.

La Inmaculada Virgen María nos muestra la necesidad de tener un corazón puro para que el Señor Jesús pueda vivir en nuestro interior y de ahí naciese la Salvación. El consagrarnos a ella nos lleva a que nuestra plegaria sea el medio por el cual se nos revele Jesucristo plenamente y nos lleve al camino por el cual seremos colmados por el Espíritu Santo.

viernes, 2 de diciembre de 2011

Sumo Pontífice pide abolir pena de muerte en todo el mundo

El pasado 30 de noviembre, con ocasión del congreso internacional "No hay justicia sin vida" organizado en Roma, el Papa Benedicto XVI hizo un especial llamado para abolir la pena de muerte en todo el mundo.

Al finalizar la audiencia general de ese día, el Santo Padre dijo a los participantes del encuentro: "espero que vuestras deliberaciones puedan animar a nuevas iniciativas políticas y legislativas promovidas en un creciente número de países con el fin de eliminar la pena de muerte".

Y agregó que, se podrán "continuar los progresos sustanciales realizados en conformidad con el derecho penal, tanto a favor de la dignidad humana de los prisioneros, como también del mantenimiento eficaz del orden público".

En el evento realizado el 29 de noviembre y organizado por la Comunidad de San Egidio, participaron los ministros de justicia de países como Italia, Francia, Benín, Burkina Faso, Cabo Verde, República Centroafricana, Costa de Marfil, Eritrea, Gabón, Guinea, Lesoto, Mali, Níger, Ruanda, Tanzania, Camboya, Ecuador, Honduras, Noruega, Kenia, Sudáfrica, Sudán del Sur, y El Salvador.

Además, también participó una delegación de diputados y senadores de Illinois, el último estado que ha abolido la pena de muerte en Estados Unidos.

En declaraciones a Radio Vaticana, el representante de la Comunidad de San Egidio, Mario Marizitti, explicó que en el mundo aún 58 países mantienen la pena de muerte, entre ellos China; India y otros países asiáticos, varios de África y los países árabes.