martes, 29 de noviembre de 2011

¡Porque los amamos!


Únete a las actividades por el Día Mundial de los Derechos del Concebido (8 de diciembre) y asiste el sábado 3 de diciembre a la peregrinación "¡Porque los amamos!. La cita es en la exglorieta de Peralvillo a las 9:30 hrs.
Lleva pancartas a favor de la vida y vístete de rojo y blanco.
Acude en compañía de tu familia.

A las 13:00 hrs, Mons. Pedro Agustín Rivera celebrará la misa en el Templo Expiatorio a Cristo Rey, Antigua Basílica de Guadalupe.

Informes:
derechosdelconcebido@yahoo.com.mx
o en el Twitter: @dconcebido

lunes, 28 de noviembre de 2011

Cardenal Rivera Carrera: Iglesia “debe buscar caminos nuevos para que el Evangelio y el amor de Dios llegue a donde todavía no ha llegado"

El pasado 27 de noviembre, primer domingo de Adviento, el Cardenal Norberto Rivera Carrera destacó durante la misa del mediodía, que en el “tiempo de Adviento la liturgia nos motivará con un doble movimiento: el primero y el más importante es la "acción" de Dios que sin dejar su trascendencia, baja a la tierra y toma nuestra carne”, para hacerse hombre como nosotros.

“Por otra parte la liturgia provoca nuestra "reacción" para que dejando el sopor de la "noche" de pecado y de soledad, nos abramos a la aurora de "la manifestación de nuestro Señor Jesucristo”. El amor de Dios que se derrama y la esperanza del hombre que anhela la salvación se encuentran en el corazón del Adviento que en este domingo comenzamos a celebrar”, dijo el Cardenal.

Más adelante, el Arzobispo Primado de México recordó el Evangelio de San Marcos, en el que Jesús narra la parábola de un hombre que, antes de irse de viaje, encarga a los empleados las actividades que le corresponde hacer a cada uno. La invitación de Jesús es para estar vigilantes, pues no se sabe a qué hora llegará el hombre y “la reacción a la llegada del Señor no puede ser la del sueño, la indiferencia o la pereza; la reacción la señala el mismo evangelio: Velen y estén preparados”.

En su homilía, el Prelado aseguró que “el Dios que tanto nos ama y que esperamos, es un Dios sorprendente, sorprendente porque rasga los cielos y desciende no para hacemos una visita ocasional sino para permanecer con nosotros, es el Emmanuel, es el Dios-con nosotros, que pone su morada en medio de nosotros y nos acompaña en nuestro peregrinar”. Luego explicó que Él puede llegar de manera inesperada, puesto que “su presencia no está ligada a momentos privilegiados y lugares especiales. Sorprendente, porque para recibirlo adecuadamente no hay que estar haciendo cosas extraordinarias ni montando espectáculos grandiosos, sino estar en su casa y haciendo lo que debemos hacer”.

“El Señor sorprendente que viene a nosotros pide una reacción sorprendente en los que nos preparamos a recibirlo: sorprendente porque debemos tener una actitud dinámica y de discernimiento de los signos de los tiempos, sin dejarnos llevar por las actitudes o por las ideologías de moda, sin caer en la somnolencia o en la indiferencia frente a lo que acontece en nuestro mundo y sociedad. Sorprendente, para no dejamos llevar por la avalancha de derrotismo, quejumbre y lamentación, sino comprometidos en el presente con lucidez y realismo; vigilantes y trabajando por una sociedad más justa y fraterna que es lo único que puede ayudar a muchas personas a levantar la cabeza y a luchar contra la desesperanza”, agregó el Arzobispo.

Para concluir su mensaje, el Cardenal Rivera aseguró que “La Iglesia siguiendo los pasos de su Maestro "debe ser un amor que busca, un amor sorprendente". Debe buscar caminos nuevos para que el Evangelio y el amor de Dios llegue a donde todavía no ha llegado, llegue a los que por algún motivo pueden perder la esperanza”.

viernes, 25 de noviembre de 2011

HISTORIA DE LA SEMANA

El Alpinista

Cuentan que un alpinista se preparó durante varios años para conquistar el Aconcagua. Su desesperación por proeza era tal que, conociendo todos los riesgos, inició su travesía sin compañeros, en busca de la gloria sólo para él.

Empezó a subir y el día fue avanzando, se fue haciendo tarde y más tarde, y no se preparó para acampar, sino que decidió seguir subiendo para llegar a la cima ese mismo día.

Pronto oscureció. La noche cayó con gran pesadez en la altura de la montaña y ya no se podía ver absolutamente nada.

Todo era negro, cero visibilidad, no había luna y las estrellas estaban cubiertas por las nubes. Subiendo por un acantilado, a unos cien metros de la cima, se resbaló y se desplomó por los aires.

Caía a una velocidad vertiginosa, sólo podía ver veloces manchas más oscuras que pasaban en la misma oscuridad y tenía la terrible sensación de ser succionado por la gravedad.

Seguía cayendo...y en esos angustiantes momentos, pasaron por su mente todos los gratos y no tan gratos momentos de su vida, pensaba que iba a morir, pero de repente sintió un tirón muy fuerte que casi lo parte en dos, pues como todo alpinista experimentado, había clavado estacas de seguridad con candados a una larguísima soga que lo amarraba de la cintura.

En esos momentos de quietud, suspendido por los aires sin ver absolutamente nada en medio de la terrible oscuridad, no le quedo más que gritar: "¡Ayúdame Dios mío, ayúdame Dios mío!".
De repente una voz grave y profunda de los cielos le contestó:

- "¿Qué quieres que haga?"

- Él respondió: "Sálvame, Dios mío".

- Dios le preguntó: "¿Realmente crees que yo te puedo salvar?"


-"Por supuesto, Dios mío", respondió.

-"Entonces, corta la cuerda que te sostiene", dijo Dios.

Siguió un momento de silencio y quietud. El hombre se aferró más a la cuerda y se puso a pensar sobre la propuesta de Dios...

Al día siguiente, el equipo de rescate que llegó en su búsqueda, lo encontró muerto, congelado, agarrado con fuerza, con las dos manos a la cuerda, colgado a sólo DOS METROS DEL SUELO...

El alpinista no fue capaz de cortar la cuerda y simplemente, confiar en Dios.

Homilía del Cardenal Norberto Rivera

Durante su homilía del pasado domingo, en el que celebramos a Cristo Rey, el Cardenal Norberto Rivera Carrera, habló sobre el misterio de Cristo que se nos revela a través de los nombres y de los títulos que encontramos en la Sagrada Escritura referidos a Jesús, de manera especial en su juicio ante Pilato cuando Cristo mismo proclama: “Yo soy Rey, yo para esto nací”.

Este título que Cristo se da a sí mismo, señaló el Cardenal, “lo debemos entender en el marco del Reino de Dios que Jesús viene a proclamar y a realizar”.

El Arzobispo Primado de México, dijo que el Reino de Cristo “es un “Reino de verdad y de vida” y por tanto todo lo que sea luchar contra la mentira, la falsedad, la hipocresía y la cultura de muerte que nos amenaza, es trabajar por el reinado de Jesús en la sociedad”.

Aseguró que “Es un Reino “de santidad y de gracia”, por esto debemos luchar contra el pecado y contra toda clase de corrupción y debemos vibrar con ideales de virtud y de santidad. Ser hijos de Dios en plenitud, vivir la vida de la gracia y permanecer unidos a la fuente de la santidad que es Dios, debe ser nuestro máximo anhelo en esta vida”.

Pero también el reinado de Cristo es “de justicia, de amor y de paz”, prosiguió el Cardenal, por ello “los cristianos debemos enarbolar, sobre todo, la bandera del amor, si queremos vivir en armonía. Si queremos implantar entre nosotros el Reino de Cristo debemos trabajar por alejar de nuestro medio toda clase de injusticia, de violencia y de odio”.

Por último, el Prelado indicó que “El gran premio que Dios nos prepara en su Reino, la identificación de Cristo con todos los hombres, tienen que motivarnos a trabajar por el bien de los demás. Luchemos sin descanso por la verdad y la vida, la santidad y la gracia, la justicia, el amor y la paz, que es luchar por auténticos valores, por una humanidad nueva y por Cristo Rey. Si lo hacemos, escucharemos un día de labios de Jesús: “vengan, amados de mi Padre, hereden el Reino preparado para ustedes desde la creación del mundo”.

El Adviento

El Adviento es el tiempo litúrgico que invita a la preparación para la Navidad, momento en que celebraremos el nacimiento del Hijo de Dios. Esta palabra proviene del latín "adventus" y significa “venida”. El color utilizado en esta época es el morado, que simboliza la penitencia, pues estamos llamados al arrepentimiento, que nos llevará a estar en gracia y así poder vivir plenamente éste acontecimiento.

Éste año, el primer domingo de Adviento será el 27 de noviembre, pues dentro del calendario litúrgico, el Adviento es una fecha movible. Para identificar éstas cuatro semanas de preparación, en las que se vive la espera de la llegada del Salvador, debemos contar cuatro domingos del 25 de diciembre hacia atrás.

El 25 de diciembre, celebramos la natividad del Señor, recordando que el Verbo se hizo hombre como nosotros, naciendo en un pesebre, lleno de humildad y pobreza. Esto también nos exhorta a añorar el momento de la Parusía, cuando el Señor habrá de venir como Juez de todas las naciones. Las actitudes que debemos retomar, nos invitan a hacer una revisión de nuestra vida, y reflexionar sobre nuestra espiritualidad y nuestra relación con Dios y con el prójimo. Con el Adviento, comienza un nuevo año para la Iglesia Católica y éste mismo, concluye con la celebración de Cristo Rey.




La Corona de Adviento

Tiene su origen en una tradición pagana europea que consistía en prender velas durante el invierno para representar al fuego del dios sol, para que regresara con su luz y calor durante el invierno. Los primeros misioneros aprovecharon esta tradición para evangelizar a las personas. Partían de sus costumbres para enseñarles la fe católica. La corona está formada por una gran variedad de símbolos:

La forma circular: El círculo no tiene principio ni fin. Es señal del amor de Dios que es eterno, sin principio y sin fin, y también de nuestro amor a Dios y al prójimo que nunca debe de terminar.

Las ramas verdes: Verde es el color de esperanza y vida, y Dios quiere que esperemos su gracia, el perdón de los pecados y la gloria eterna al final de nuestras vidas. El anhelo más importante en nuestras vidas debe ser llegar a una unión más estrecha con Dios, nuestro Padre.

Las cuatro velas: Nos hace pensar en la obscuridad provocada por el pecado que ciega al hombre y lo aleja de Dios. Así como las tinieblas se disipan con cada vela que encendemos, los siglos se fueron iluminando con la cada vez más cercana llegada de Cristo a nuestro mundo.
Son cuatro velas las que se ponen en la corona y se prenden de una en una, durante los cuatro domingos de adviento al hacer la oración en familia.

Las manzanas rojas: Que adornan la corona representan los frutos del jardín del Edén con Adán y Eva que trajeron el pecado al mundo pero recibieron también la promesa del Salvador Universal.

El listón rojo: Representa nuestro amor a Dios y el amor de Dios que nos envuelve.

Los domingos de adviento la familia o la comunidad se reúne en torno a la corona de adviento. Luego, se lee la Biblia y alguna meditación. La corona se puede llevar al templo para ser bendecida por el sacerdote.

Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa

El 27 de noviembre de 1830 la Virgen Santísima se apareció a Santa Catalina Labouré, humilde religiosa vicentina, y se le apareció de esta manera: La Virgen venía vestida de blanco. Junto a Ella había un globo luciente sobre el cual estaba la cruz. Nuestra Señora abrió sus manos y de sus dedos fulgentes salieron rayos luminosos que descendieron hacia la tierra. María Santísima dijo entonces a Sor Catalina:

"Este globo que has visto es el mundo entero donde viven mis hijos. Estos rayos luminosos son las gracias y bendiciones que yo expando sobre todos aquellos que me invocan como Madre. Me siento tan contenta al poder ayudar a los hijos que me imploran protección. ¡Pero hay tantos que no me invocan jamás! Y muchos de estos rayos preciosos quedan perdidos, porque pocas veces me rezan".

Entonces alrededor de la cabeza de la Virgen se formó un círculo o una aureola con estas palabras: "Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a Ti". Y una voz dijo a Catalina: "Hay que hacer una medalla semejante a esto que estás viendo. Todas las personas que la lleven, sentirán la protección de la Virgen", y apareció una M, sobre la M una cruz, y debajo los corazones de Jesús y María. Es lo que hoy está en la Medalla Milagrosa.

El Arzobispo de París permitió fabricar la medalla tal cual había aparecido en la visión, y al poco tiempo empezaron los milagros.

La Medalla se llamaba originalmente: "de la Inmaculada Concepción" pero al expandirse la devoción y haber tantos milagros concedidos a través de ella, se le llamó popularmente "La Medalla Milagrosa."

Mensaje del Papa Benedicto XVI

En su Audiencia general de los miércoles, el Papa Benedicto XVI, recordó su visita a Benin en África y alentó a los fieles a trabajar por la reconciliación y la paz, comprometiéndose en la tarea de anunciar el Evangelio a quienes aún no lo conocen.

"Ahora las comunidades cristianas de África –dijo– están llamadas a renovarse en la fe para servir mejor a la reconciliación, la justicia y la paz. Deben reconciliarse en su interior para ser instrumentos de la misericordia divina, aportando cada una sus riquezas espirituales y materiales a la tarea común".

El Santo Padre afirmó luego que "naturalmente, ese espíritu de reconciliación es indispensable también en ámbito civil, y necesita una apertura a la esperanza que debe animar la vida sociopolítica y económica del continente".

En la Eucaristía dominical en el Estadio de la Amistad en Cotonou, el Papa constató que la nutrida presencia de jóvenes y ancianos es "un testimonio inigualable de cómo la fe consigue unir a las generaciones y responder a los retos de cada estación de la vida".

Refiriéndose después al encuentro con los niños y los enfermos en la iglesia de Santa Rita y en el Hogar "Paz y Alegría", de las Misioneras de la Caridad de la Beata Madre Teresa de Calcuta, Benedicto XVI dijo que compartió "la alegría de vivir y el entusiasmo de las nuevas generaciones que constituyen el futuro de África".

El Papa Benedicto XVI dijo luego, a manera de resumen, que "en África he visto la frescura del sí a la vida, del sentido religioso y de la esperanza; una percepción de la realidad en su totalidad con Dios no reducida al positivismo que, al final, extingue la esperanza".

"Todo ello –aseguró– atestigua que en ese continente hay una reserva de vida y vitalidad para el futuro sobre la que podemos contar, sobre la que puede contar la Iglesia".

"Este viaje ha sido un gran llamamiento a África para que oriente todos sus esfuerzos hacia el anuncio del Evangelio a quienes todavía no lo conocen. Es un compromiso renovado para la evangelización a la que están llamados todos los bautizados, promoviendo la reconciliación, la justicia y la paz", concluyó el Papa.

jueves, 24 de noviembre de 2011

Mujer cuna de la vida, invitación a reconocer el don de la maternidad

A las diez de la mañana del pasado 19 de noviembre, en el Templo Expiatorio a Cristo Rey, Antigua Basílica de Guadalupe se llevó a cabo por tercer año consecutivo, el evento Mujer Cuna de la Vida con el que se invita a valorar y reconocer el don de la maternidad.

Decenas de mujeres, algunas embarazadas, otras con sus hijos en brazos y otras más, acompañadas de sus esposos, nietos y toda la familia, se dieron cita aquél sábado para pedir por las mujeres que llevan a un bebé en su vientre, por los matrimonios que aún no han podido tener hijos, por quienes trabajan a favor de la vida y por la conversión de quienes promueven el aborto.

El evento inició con la plática impartida por la hermana Irma Barrientos, coordinadora general de Derechos del Concebido, quien explicó los símbolos contenidos en la imagen de la Virgen de Guadalupe y junto con ello, indicó que Dios no creó a la mujer a partir de los pies del hombre para ser menos que él, ni de su cabeza para estar sobre de él, sino de su costilla “porque es la compañera, porque la protege, porque la quiere”.

Luego, monseñor Pedro Agustín Rivera Díaz, capellán del Templo Expiatorio y Fundador de Derechos del Concebido, recordó que “no hay ser humano que no haya nacido de una mujer, tanto hombres como mujeres”, y que a través de la humanidad podemos encontrar la imagen de Dios. Además destacó que “aquellos que son llamados a la vida matrimonial, encuentran, ya desde el noviazgo y en el matrimonio, una manera de saber olvidarse de sí mismos, para pensar en el otro, para amarle, para protegerle”, pues es gracias a la complementariedad del hombre y la mujer, como se puede formar una familia.

“Gracias por todas aquellas mujeres que no solamente han sabido dar una nueva vida, sino que siendo afortunadas al encontrar un hombre responsable en su amor, juntos han sabido ser en la familia, la cuna de la vida y del amor”, dijo Mons. Pedro.

La última charla estuvo a cargo de la Dra. Luz María Cortés Córdova, de la organización PROVIDA, quien felicitó “a las mujeres más valientes de México”, aquellas que están embarazadas, y quienes llevan en su vientre a un nuevo ser, que es el presente y el futuro de nuestro país. Con ello, destacó que tras la despenalización del aborto han muerto más de 70 mil bebés.

La Dra. Luz María señaló también, que nadie nacimos por casualidad, pues ya estábamos incluidos en el plan de Dios, quien nos amaba aún antes de nacer, y por ello invitó a las mujeres a valorarse por sus capacidades e incluso por su físico. “En la medida en que tú te aceptes mujer, vas a aceptar a los que te rodean”, pues al no amarnos, tampoco amamos a los demás.

Al concluir las pláticas, se llevó a cabo la adoración a Jesús Eucaristía, seguida de la procesión, momento en que las mujeres embarazadas pudieron tocar al Santísimo. Para cerrar el evento, Mons. Pedro entregó a las futuras madres, una cobija para sus bebés, al tiempo en que las animó a seguir adelante y confiar en Dios.














viernes, 18 de noviembre de 2011

Solemnidad de Cristo Rey


El domingo 20 de noviembre, celebraremos a
Cristo Rey del Universo
por ello te invitamos a la misa solemne que celebrará Mons. Pedro Agustín Rivera, a las 12:00 hrs.
en la Antigua Basílica de Guadalupe, actual Templo Expiatorio a Cristo Rey


Invita a tu familia y amigos.

Asiste al evento "Mujer cuna de la vida"


Derechos del Concebido A.C.
te invita este sábado 19 de noviembre al homenaje
"Mujer cuna de la vida"
que se realizará en el Templo Expiatorio a Cristo Rey, Antigua Basílica de Guadalupe a partir de las 10:00 hrs.

Acude con tu familia y amigos para festejar el don de la maternidad.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Mons. José María de la Torre Martín pide educación integral para los niños de México

Durante una conferencia de prensa, este 16 de noviembre, el Obispo de Aguascalientes, Mons. José María de la Torre Martín, señaló que "la educación no debe estar en función de la economía ni de la política, ni de proyectos ideológicos, sino de la educación integral de los niños".

"El papel de los profesores y de los padres de familia debe ser que el niño se eduque de manera integral, ya que el problema histórico de México es que la educación ha quedado atrapada con proyectos ideológicos distintos", aseguró.

Además, advirtió que a los niños mexicanos les están enseñando a ser felices sólo por el éxito económico o por vestir a la moda, "formándolos con expectativas falsas de las que se derivan las frustraciones que en ocasiones terminan por caminos equivocados".

Luego se refirió a la dificultad para transmitir los valores en las familias, escuelas y parroquias, donde "se necesita mayor creatividad y entusiasmo" para transmitirlos, además del testimonio, "es importante que a los niños se les enseñe a ser honestos con el ejemplo y desde pequeños".

También dijo que en la reciente asamblea de obispos de México se abordó la problemática de la educación y se acordó elaborar un documento destacando la importancia de los medios de comunicación: "Que los medios de comunicación no sean sólo informadores de noticias, muchas veces fragmentadas, sino verdaderos educadores de la ciudadanía y responsables partícipes en bien de la comunidad".

Mons. Jorge Eduardo Lozano comparte testimonio de mujer adoptada

Este 16 de noviembre, el Obispo de Gualeguaychú (Argentina), Mons. Jorge Eduardo Lozano, reprodujo el testimonio de Alejandra Benedetti Rébora, una mujer adoptada que agradece a su madre biológica por no haber abortado y "decir sí a la vida".

"Aun en su juventud, tal vez plagada de miedos, de sombras y soledades, eligió no abortar, eligió decir sí a la vida. Me dio la posibilidad de vivir, de escribir mi propia historia en la cual no puedo no nombrar a Dios, a Ése que me amó desde siempre y que a lo largo de mi vida me lo fue diciendo de mil maneras", señala el testimonio.

La mujer también agradeció a su padre biológico (a quien no conoció) y a sus padres adoptivos, porque "estaban pensados para mí". Luego indicó que "los hijos adoptivos y los padres adoptivos deberíamos hablar más, pronunciar más lo que hemos vivido. Esos padres que aprendieron a amar la vida, vida que les es confiada en sus manos para hacer crecer como hijos propios, porque así nos sentimos, porque lo somos. Si hasta a veces nos dicen que nos parecemos".

"Sé que mis padres adoptivos -mis padres- son esa familia que me enseñó lo que hoy soy, que me enseñó a amar y respetar la vida, a defenderla y vivirla del mejor modo: amando".

"Vida que no es solo mía –añadió- porque es también de ellos y de tantos que están en mi corazón, escrita por Dios mismo, de quien sin cansarme diré que escribe y ha escrito mi propia historia de salvación".

Finalmente, Mons. Lozano cerró su columna diciendo: "Al leer esta historia de Alejandra, me surge en el corazón el deseo urgente de dar gracias a Dios. Y coincido con ella en que se habla poco en casa, la escuela, el trabajo y los medios de comunicación sobre ser hijo adoptivo o papás adoptivos".

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Mons. Marini comparte insistencia del Papa Benedicto XVI para el cuidado de la Santa Misa

El pasado 9 de noviembre, el Maestro de Celebraciones Litúrgicas del Papa Benedicto XVI, Mons. Guido Marini, señaló algunos de los principales detalles que el Santo Padre precisa cuidar para celebrar la Santa Misa.

Mons. Marini indicó que para el Papa es muy importante contar con un crucifijo en el altar, para poder poner la mirada en él durante la celebración Eucarística, pues hay que dirigir la mirada y el corazón hacia el Señor, quien renueva su sacrificio de amor por la salvación de todos.

Luego explicó que el Pontífice es muy cuidadoso en "desarrollar la liturgia como la celebración del misterio de Cristo donde el Señor es el verdadero gran protagonista litúrgico, y donde la participación es auténtica en la medida en que se entra en el Evangelio de Cristo, en el Evangelio del Señor".

Otro aspecto esencial para el Santo Padre es la adoración: "el Papa repite a menudo que la liturgia es el acto más grande de adoración de la Iglesia, y debe conducir en la adoración". Y junto con ello, el Prelado recalcó que la liturgia se compone de "muchas pequeñas cosas", que hacen de la Misa una verdadera conversación con el Señor, como arrodillarse mientras se recibe la Comunión, o guardar silencio en los momentos previstos durante el acto litúrgico.

"Desde el lado litúrgico es necesario considerar (estos detalles) para que permanezca bien afirmada esta centralidad de la presencia del Señor, de su ser protagonista, y del sentido también auténtico de la participación en el misterio de Cristo", concluyó Mons. Guido Marini.

martes, 8 de noviembre de 2011

Nuevo lanzamiento de Sabiduría de Dios



La propuesta de Semana de Santidad en Oración Contemplativa, da pistas para rezar, orar, meditar y contemplar el misterio del amor y la presencia de Dios en la persona que día a día, se esfuerza por ser plenamente humana y feliz, amando y sirviendo a Dios en los demás, haciendo este mundo mejor.

Ésta obra que les presento, es una propuesta para quien busca la santidad, siendo contemplativo en la acción y activo en la contemplación.

Quien desee hacer suyo éste libro, puede conseguirlo en la colecturía del Templo Expiatorio a Cristo Rey, Antigua Basílica de Guadalupe.

Mons. Pedro Agustín Rivera

lunes, 7 de noviembre de 2011

Cardenal Rivera: "valorar la vida y llenarla de contenido y de realizaciones, significa vivir en plenitud el tiempo que se nos ha concedido"

En la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México, el cardenal Norberto Rivera Carrera recordó durante la misa del mediodía del pasado 6 de noviembre, que la gente teme llegar al 2012, debido a la supuesta profecía maya que indica el fin del mundo para el próximo año.

Seguidamente, el Arzobispo Primado de México señaló que la “única profecía segura es la de Jesús: "Nadie sabe ni el día ni la hora, sino sólo el Padre". Y la consecuencia de esa incertidumbre no debe ser vivir como si nunca fuera a llegar el final y mucho menos vivir llenos de angustia, sino vivir en plenitud y vigilantes como si el final pudiera llegar en cualquier instante”. De ésta manera, exhortó a los fieles, según lo indican las Escrituras, a velar y a estar preparados para la llegada de ese momento.

Más adelante explicó que “con la parábola de las diez vírgenes que salen al encuentro del esposo, Jesús ha querido describir la actitud de sus discípulos en el mundo y el significado mismo de su paso por esta vida. El Señor ha querido ayudarnos a responder la eterna e inquietante pregunta ¿Hacia dónde caminamos?”.

Luego añadió que estas mujeres representan a la humanidad y lo importante que es saber esperar, pues “como cristianos estamos seguros que tarde o temprano nos encontraremos con la realidad de la muerte y que este acontecimiento, que en un primer momento nos parece trágico, es un acontecimiento que puede iluminar nuestro caminar. El saber esperar no es una actitud pasiva o un dejar que pase el tiempo simplemente, como el siervo que enterró el talento recibido esperando el regreso del patrón”.

El Prelado prosiguió su mensaje, argumentando que “para las vírgenes de la parábola la espera está llena de dos preocupaciones: el tener las lámparas encendidas y el estar preparadas para salir al encuentro del esposo, que traducido a nuestro lenguaje significa: vigilancia y fidelidad”. Éstas son dos características necesarias en la vida del cristiano, dado que no sabemos en qué momento moriremos.

A su vez, el Arzobispo insistió que esto no nos debe a llevar a pensar día y noche en la muerte, sino que, por el contrario, debe ser una invitación a “valorar la vida y llenarla de contenido y de realizaciones, significa vivir en plenitud el tiempo que se nos ha concedido. La lámpara encendida significa la fe que se alimenta con buenas obras, o como dice San Pablo, "la fe que se hace activa en la caridad"”.

“La vida del cristiano debe estar orientada entre la espera y la esperanza de la vuelta de Cristo Esposo que viene a celebrar las bodas definitivas y eternas con su Iglesia y con cada uno de nosotros”, comentó el Prelado, para después concluir que hay que estar atentos para no quedarnos fuera del banquete y que la preparación del católico se da “en cada una de nuestras celebraciones eucarísticas cuando decimos: "Dichosos los invitados a la cena del Señor".

viernes, 4 de noviembre de 2011

Agenda ésta fecha


Derechos del Concebido A. C., les invita al evento:
“Mujer cuna de la vida”,
en el que se festejará el don de ser mujeres, reconociendo con ello el regalo de la maternidad, juntos festejemos a las mujeres que han estado presentes en nuestra vida.

La cita es el sábado 19 de noviembre, de las 10:00 a las 14:00 hrs. en la Antigua Basílica de Guadalupe, habrá conferencia, Adoración Eucarística y la Santa Misa.
Informes al 5207-3578

No faltes


Familia Eucarística les invita al retiro:
“Adviento y Navidad”

que se realizará el próximo 12 de noviembre, de las 10:00 a las 14:00 hrs.
en la Antigua Basílica de Guadalupe.
Cuota de recuperación $20.
Informes al 5750-2222.


HISTORIA DE LA SEMANA

Las raíces del Laurel

Cerca de un arroyo, había un pequeño bosque. Los árboles eran muy variados. Todos gastaban las energías en ser más altos y grandes, con muchas flores y perfumes, pero quedaban débiles y tenían poca fuerza para echar raíz.

En cambio un laurel dijo:

- "Yo, mejor, voy a invertir mi savia en tener una buena raíz: así creceré y podré dar mis hojas a todos los que me necesiten".

Los otros árboles estaban muy orgullosos de ser bellos; ¡en ningún lado había tantos colores y perfumes! Y no dejaban de admirarse y de hablar de los encantos de unos y otros, y así pasaban todo el tiempo, mirándose y riéndose de los demás. El laurel sufría a cada instante esas burlas. Se reían de él.

-¡Laurel ! (le decían ) para que quieres tanta raíz? Míranos a nosotros, todos nos alaban porque tenemos mucha belleza. ¡Deja de pensar en los demás! ¡Preocúpate solo de ti!

Un día, vino una gran tormenta, y sacudió, sopló y resopló sobre el bosque. Los arboles más grandes, que tenían un ramaje inmenso, se vieron tan fuertemente golpeados, que por más que se aferraban al suelo no pudieron evitar que el viento los volteara.

En cambio el pequeño laurel, como tenía pocas ramas y mucha raíz, apenas si perdió unas cuantas hojas.

Entonces todos comprendieron que lo que nos mantiene firmes en los momentos difíciles, no son las apariencias, sino lo que está oculto en las raíces, dentro de nuestro corazón… ahí, donde Jesús debe reinar.

MENSAJE DEL PAPA

Al presidir el 1 de noviembre, Solemnidad de Todos los Santos, el rezo del Ángelus, el Papa Benedicto XVI señaló que esta Fiesta constituye un aliento para que todos los católicos seamos santos como Dios es santo.

"Es el amor del Padre que nos llama a ser hijos suyos, nos entrega a su propio Hijo para redimirnos con su sangre purificadora. Por eso nos proclama dichosos aun cuando sufrimos tribulación, porque en Él tenemos nuestra esperanza".

"Respondamos –alentó el Papa– con generosidad y coherencia a ese don, que ha sido derramado en nuestros corazones, siendo Santos como Dios es Santo, para que también en nosotros se manifieste su gloria".

"Hoy, continuó el Papa, veneramos propiamente esta innumerable comunidad de Todos los Santos, los cuales, a través de sus diferentes recorridos de vida, nos indican diversos caminos de santidad, unidos por un único denominador: seguir a Cristo y conformarse a Él, hasta lo último de nuestra realidad humana".

Tras recordar que todos los estados de vida permiten llegar a la santidad, el Papa expresó que la celebración del 2 de noviembre, fiesta de todos los Fieles Difuntos, "nos ayuda a recordar a nuestros seres queridos que nos han dejado y a todas las almas en camino hacia la plenitud de la vida, propiamente en el horizonte de la Iglesia celeste, a la que la Solemnidad de hoy nos ha elevado".

Resaltó que la oración por los muertos es "no sólo útil sino necesaria, en cuanto ella no sólo los puede ayudar, sino que al mismo tiempo hace eficaz su intercesión en nuestro favor". “También la visita a los cementerios mientras custodian los lazos de afecto con quienes nos han amado en esta vida, nos recuerda que todos tendemos hacia otra vida, más allá de la muerte", añadió.

El Papa hizo votos para "que el llanto, debido al desprendimiento terreno, no prevalezca por esto sobre la certeza de la resurrección, sobre la esperanza de alcanzar la bienaventuranza de la eternidad, ‘momento colmado de satisfacción, en el cual la totalidad nos abraza y nosotros abrazamos la totalidad’".

San Martín de Porres

3 de noviembre

Nació en la ciudad de Lima, Perú, el 9 de diciembre de 1579. Fue bautizado en la iglesia de San Sebastián, donde años más tarde Santa Rosa de Lima también lo fuera.

A los doce Martín entró de aprendiz de peluquero, y asistente de un dentista. Tiempo después, conoció al Fraile Juan de Lorenzana, famoso dominico como teólogo y hombre de virtudes, quien lo invitó a entrar en el Convento de Nuestra Señora del Rosario. Las leyes de aquel entonces le impedían ser religioso por el color y por la raza, por lo que Martín de Porres ingresó como Donado, pero él se entrega a Dios y su vida estuvo presidida por el servicio, la humildad, la obediencia y un amor sin medida.

San Martín tuvo un sueño en el que Dios le decía: "Pasar desapercibido y ser el último". Su anhelo más profundo siempre fue de seguir a Jesús. Se le confió la limpieza de la casa; por lo que la escoba sería, con la cruz, la gran compañera de su vida.

El 2 de junio de 1603 se consagra a Dios por su profesión religiosa. El P. Fernando Aragonés testificará: "Se ejercitaba en la caridad día y noche, curando enfermos, dando limosna a españoles, indios y negros, a todos quería, amaba y curaba con singular amor". La portería del convento es un reguero de soldados humildes, indios, mulatos, y negros; él solía repetir: "No hay gusto mayor que dar a los pobres".

Pronto la virtud del santo dejó de ser un secreto. Su servicio como enfermero se extendía desde sus hermanos dominicos hasta las personas más abandonadas que podía encontrar en la calle.

Cuando vio que se acercaba el momento feliz de ir a gozar de la presencia de Dios, pidió a los religiosos que le rodeaban que entonasen el Credo. Mientras lo cantaban, entregó su alma a Dios. Era el 3 de noviembre de 1639. Su muerte causó profunda conmoción en la ciudad. Había sido el hermano y enfermero de todos, singularmente de los más pobres. El Papa Gregorio XVI lo declaró Beato en 1837. Fue canonizado por Juan XXIII en 1962. Sus continuos desvelos por atender a enfermos y necesitados, le valieron, por parte de todo el pueblo, el hermoso apelativo de "Martín de la caridad".

jueves, 3 de noviembre de 2011

Cardenal Rivera pide a la Iglesia Católica ser coherente con testimonio

Al mediodía del pasado 30 de octubre, el Cardenal Norberto Rivera Carrera aseguró en su homilía dominical, que Jesús es el único maestro, quien nos enseña la verdad. Seguidamente, recordó que las enseñanzas del Hijo de Dios se dirigen a toda la gente del pueblo, y que ese día en particular, el Evangelio se refirió a los doctores de la Ley.

Al inicio de su mensaje, el Arzobispo Primado de México lamentó la época de tibieza y pobreza espiritual en la que vivimos, la cual se da por tres razones principales: por ser oportunistas y no tomar en serio la Gloria de Dios; por apartarse del camino de Dios para seguir el propio camino; y por dejarse guiar por la acepción de personas, sin ver a quién maltratamos.

Más adelante, refiriéndose al pasaje bíblico, el Cardenal reflexionó sobre la enseñanza de Jesús respecto a aquellos hombres que no cumplen con lo que predican, quienes se convierten en líderes religiosos incoherentes al repetir aquello que denuncian. La crítica de Jesús se da entonces contra ese antitestimonio respecto a lo que decimos y hacemos.

"Si somos sinceros este Evangelio tiene mucho qué decirnos a todos, porque todos corremos el riesgo de caer en la incoherencia, la inercia del inhumanismo y la inercia de la falsedad. La inercia de la incoherencia que es el abismo entre la teoría y la práctica, entre los principios en desacuerdo con los hechos. Y esto puede darse en todos los ambientes, desde el ambiente familiar en donde el padre le ensaña al hijo que jamás debe contar mentiras y cuando llega el cobrador “diles que no estoy”, entonces el niño no sabe por dónde caminar si por aquello que le dijo el padre o por la mentira que le está enseñando. Pero también esto puede suceder en el ambiente eclesial, en donde nosotros predicamos una cosa y hacemos otra, o en el ambiente político, en el ambiente económico o en cualquier clase de liderazgo", agregó.

El Prelado explicó que éste inhumanismo “es imponer leyes, obligaciones, reglamentos, normas de vida que son cargas”, y que quienes las imponen, no desean cumplirlas o saber si son soportables para la gente. Luego indicó que la inercia de la falsedad, es cubrir el vacío interior con apariencias exteriores. Así insistió que estas incongruencias de los líderes, no justifican el mal comportamiento de los fieles.

"Si el político que tenemos a la cabeza, está robando, a nosotros no nos justifica el robar. Si el sacerdote que está a la cabeza de mi comunidad comete o realiza un mal comportamiento, yo no puedo justificar mi mal comportamiento porque él se portó mal. Después de habernos detenido a mirarnos saludablemente en el espejo de los escribas y fariseos, a quienes Jesús fustiga en el Evangelio de hoy, también es saludable detenernos a considerar el programa presentado por Cristo a los suyos, como réplica a un modo de entender negativamente la religión", expresó.

Por último el Cardenal Norberto Rivera invitó a pensar en aquellos que se han alejado de Dios, situación que atribuyó a que la Iglesia no ha sabido presentarles correctamente al Padre. De ésta manera aseguró que Jesús enseñó que como hijos de Dios, todos los hombres somos hermanos y que sólo sabiendo esto, saldremos a ayudar a los hermanos, sirviendo como el mismo Cristo lo hizo, sin intención de presunción o de ser servidos.