El pasado 7 de julio, la familia Esposito compartió con ACI Prensa, el testimonio sobre un supuesto milagro atribuido a la intercesión del Papa Pío XII, tras diagnosticársele un linfoma de Burkitt a la Sra. María Esposito.
Todo comenzó en julio del 2005, cuando a María, quien tenía 36 años de edad y estaba embarazada de su segundo hijo, le diagnosticaron una agresiva leucemia denominada linfoma de Burkitt, que podía terminar con su vida.
La mujer pesaba tan sólo 42 kilos, por lo que, con ayuda de su familia solicitó la intercesión del Papa Pío XII y luego de la primera sesión de quimioterapia, quedó completamente curada. "Estoy convencida de que mi curación es un milagro gracias a la intercesión del Papa Pío XII. Me escuchó. Todos los que rezaron fueron escuchados", aseguró la madre de familia.
Por su parte, su esposo Umberto comentó que dirigieron sus plegarias al Papa tras un peculiar sueño: "Cuando vi que mi mujer seguía enferma, me puse a rezar a Juan Pablo II que había muerto el 2 de abril de ese año. Una noche lo vi en sueños y estaba triste. No me habló, pero me empezó a mostrar unas tarjetas con imágenes de iglesias y santos. Se detuvo en la fotografía de un sacerdote vestido de negro, con una túnica y un pequeño gorro en la cabeza. Era muy delgado".
Según recuerda, el ahora beato Juan Pablo II "se detuvo (en esa imagen) y me dijo que debía acudir a esta persona para obtener una respuesta", seguidamente explicó que logró reconocer al hombre de la imagen hasta el día en que su madre lo visitó, dos semanas más tarde, con el ejemplar de una revista católica en la que había una historia sobre el Papa Pío XII.
"Tan pronto como vi la foto de la cara del Papa, le dije a María ‘Esta es la persona que Juan Pablo II indicó. Debemos acudir a él con nuestras oraciones’", señaló.
Los esposos aseguran que desde ese momento las cosas mejoraron, al punto tal que después de un solo ciclo de quimioterapia el cáncer había desaparecido por completo.
María llegó a Roma para dar testimonio de su curación por la apertura del nuevo Museo dedicado a Pío XII, y con ello apoyar públicamente la creación de éste espacio dedicado al Pontífice.
Ésta familia insiste en que además de la asombrosa curación de María, Pío XII hizo el milagro de llevar a su familia "de regreso a nuestro religión". "No es que no fuéramos católicos pero yo, por ejemplo, yo sólo iba a la iglesia de forma esporádica, rezaba un poco. Después de este hecho, sin embargo, nunca me pierdo la Misa y rezamos juntos cada mañana", sostuvo Umberto.
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