“Guadalupe, conciencia de nación”, tema del Congreso Guadalupano 2010
Carmen Durán
Durante dos días, se llevó a cabo en el Templo Expiatorio a Cristo Rey, Antigua Basílica de Guadalupe, el Congreso Guadalupano 2010, el cual llevó por título “Guadalupe, conciencia de nación”.
La mañana del jueves 7 de octubre, Mons. Christophe Pierre, Nuncio Apostólico en México y Mons. Diego Monroy Ponce, rector de la Basílica de Guadalupe, inauguraron el evento. Antes de iniciar con las conferencias, ambos realizaron una oración, luego, el Nuncio impartió la bendición a todos los asistentes y a quienes lo presenciaron a través de Internet.
El primer expositor fue el Dr. Iván Escamilla, quien habló de las “Posiciones del clero y religiosos de la Nueva España ante el acontecimiento independiente”, mientras que en el primer bloque de conferencias, se abordaron los siguientes temas: “Los seminarios y los estudios teológicos hacia la época de Independencia”, “Sermones e impresos católicos novohispanos en el arranque del siglo XIX” (por el Dr. Pbro. Gustavo Watson) y “Pensamiento cristiano ilustrado de los laicos en los albores del siglo XIX” (por la Mtra. Guadalupe Gómez Aguado).
Para el segundo bloque de conferencias participaron: Mtra. Alicia Bazarte con el tema “Defensa y lealtad, sobre los capitales de las cofradías al inicio de la Independencia”; R.P. Fidel González Fernández con “Guadalupe, unidad y religión. Guadalupe, pulso y corazón de un pueblo”; y el Mtro. Guillermo Macías cuyo tema se tituló “Rescate del ethos cristiano, sembrando en las raíces del acontecimiento de la Independencia”. Al término de éste día, se realizó un concierto en el que participó la Maestra Lidia Guerberof.
Para el viernes 8, se realizaron otras conferencias, cuyos temas tratados fueron: “Valoración global del movimiento de independencia y revolución mexicana: ¿Qué hacer en el país?, recuento de daños y logros” (por el Dr. Miguel Romero); “Búsqueda de una motivación nacional para el futuro” (por el Dr. Jorge Eugenio Traslosheros); y “La religiosidad en México y Santa María de Guadalupe, en los inicios del III Milenio” (por el Pbro. Dr. Mario Ángel Flores).
Terminada ésta parte del evento, se presentó nuevamente la Carta Pastoral de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), que realizaron los obispos mexicanos con motivo del Bicentenario de nuestra Independencia, la cual fue reseñada por Mons. Alberto Suárez Inda, Arzobispo de Morelia.
Dicho Congreso tuvo como objetivo “ofrecer al pueblo mexicano una visión de fe, para la celebración del Bicentenario de nuestra Independencia Nacional, apegada a la verdad histórica, guadalupana, eclesial y pastoral, que nos ayude a reconocer a Santa María de Guadalupe en el corazón de nuestra identidad nacional”.
Recuerdan a San Josemaría Escrivá fundador del Opus Dei
Carmen Durán
La tarde del pasado 6 de octubre, en el Templo Expiatorio a Cristo Rey, Antigua Basílica de Guadalupe, se realizó una misa en honor a San Josemaría Escrivá de Balaguer, quien es el fundador del Opus Dei, en su aniversario de canonización, que se llevó a cabo el 6 de octubre del 2002, por el Papa Juan Pablo II. En ella, se recordó que el santo “tuvo una especial devoción a Santa María de Guadalupe” y que la visitó en éste recinto “para pedirle con mucha fe por la Iglesia”.
La celebración fue presidida por Mons. Francisco Ugarte, Vicario del Opus Dei en México. Durante su homilía, el sacerdote explicó que san Josemaría realizó una novena frente a la Virgen de Guadalupe, en mayo de 1970, cuando vino a nuestro país.
“Fueron varias horas, que estuvo cada día, hablando con Nuestra Madre Santísima y rezándole con una piedad profunda y llena de cariño”, agregó, para después comentar que el actual Prelado del Opus Dei también estuvo presente con él, en esos días, y que gracias a que tomó nota de lo que san Josemaría decía a la Virgen “hemos podido contar ahora con textos que recuerdan aquellos momentos de intimidad del hijo con la Madre”.
En su mensaje, Mons. Ugarte indicó que la visita de san Josemaría a la Morenita del Tepeyac, era para confiarle su dolor: “Madre, me duele la Iglesia”, ya que en aquella época se vivieron varias adversidades.
En la novena a la Virgen Morena, san Josemaría Escrivá de Balaguer manifestó: “estamos muy seguros de ti y de todo lo que nos has dado. Estoy muy seguro de mis hijas y de mis hijos, y del camino firme que tu Hijo nos ha marcado. Ruega por nosotros los pecadores”.
En su oración, el santo también pidió a la Madre de Dios, que no abandonara a la Iglesia ni al Opus Dei, y solicitó su intercesión “porque confío en ella con todas las fuerzas de mi alma”. Además aseguró que la misión del Opus Dei es servir a la Iglesia, “servir a tu Hijo, y por Él y con Él, y con tu ayuda, a todas las almas”.
La homilía de Mons. Francisco Ugarte concluyó con la recitación de las palabras con las que el santo se despidió de la Señora del Tepeyac, el último día de la novena: “Quiero agradecer vivamente a mi Madre Santísima del cielo, la alegría inmensa de éstas horas de tertulia que hemos pasado en su compañía, con la imagen suya tan cerca. Han sido unos días tan humanos y tan sobrenaturales”.
Al final de la celebración se llevó a cabo la bendición de la placa conmemorativa que hoy se encuentra en éste recinto. El Ing. Adrián Galván, también quien estuvo presente en aquella novena, hizo la develación de la imagen.
San Josemaría nació en España en el año 1902 y fue ordenado sacerdote en 1925. El 2 de octubre de 1928 fundó el Opus Dei, y falleció en Roma en 1975.
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