Diana V. Martínez
Con el lema “15 años de ser luz de la Ciudad”, como cada año, se realizó en el Estadio Azul el Rosario Viviente de la Arquidiócesis de México, y en ésta ocasión fue dedicado al Emmo. Sr. Cardenal Norberto Rivera Carrera, por los XV años que lleva al frente de ésta Arquidiócesis y sus XXV años de Vida Episcopal. Entre porras y aplausos, se le demostró el cariño que todos los laicos tienen hacia él.
En el evento, el matrimonio de Alejandro Vázquez Rodríguez y Esperanza Gálvez de Vázquez, pertenecientes a la COMOLAI (Comisión de Movimientos Laicales de la Arquidiócesis de México) felicitaron, a nombre de todos los presentes, al Cardenal Rivera. De igual manera, el joven Manuel Alejandro Vega, miembro de Familia Eucarística, quien fue el compositor de la canción “Eres Luz”, tema del Rosario Viviente 2010, dedicó dicha canción al Prelado, la cual escribió para él.
Luego, el Arzobispo Primado de México, agradeció las muestras de fe y cariño, que todos los fieles han tenido hacia él. Además les invitó a superar las pruebas y dificultades de la vida, con la ayuda de la oración, con el encuentro diario de Jesucristo y con María, quien siempre está atenta a ellos: “los exhorto a permanecer en acción de gracias, no solamente con un servidor, sino con el Papa, con toda la iglesia, de todo fiel Cristiano que continuamente necesita de la oración de sus hermanos para poder seguir adelante en el seguimiento de Jesucristo”.
También comentó que los Obispos tienen que predicar la fe, y ser testimonio para cada uno de los fieles: “cuando el Señor nos manda predicar, no es con cualquier palabra, sino con la palabra del Evangelio, su palabra; y por eso el pastor debe mirar que continuamente sea la palabra de Cristo, la que él proclame, la que proclamen sus sacerdotes, la que se proclame en los colegios, en la casa de cada uno de ustedes; por eso siempre debe de estar vigilante para que sea la doctrina cristiana la doctrina del Evangelio”.
El Cardenal concluyó su mensaje exhortando a que la oración de los fieles esté centrada y dirigida al Señor Jesucristo, ya que sólo Él es quien nos puede llevar a la casa del Padre, quien nos recuerda que Cristo llegó a nosotros por medio de María, y por esa razón debemos sentirnos cercanos a Ella, así como los discípulos estaban a su alrededor. “Que el Señor bendiga estas oraciones que hacen por su Santidad, por un servidor, y bendiga sobre todo a nuestra Iglesia y a nuestros hermanos que en estos momentos están en grandes necesidades, que esta oración les fortalezca y nos fortalezca a nosotros en nuestro caminar para ser discípulos y misioneros de Jesucristo”, puntualizó.
Al finalizar el rezo de los misterios, que en este año fueron los gozosos, el Cardenal Norberto Rivera presidió la procesión con el Santísimo, y luego se leyó una oración, escrita para todos los Sacerdotes y el Cardenal, en donde se pide a Jesús y a María por su protección.
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