viernes, 10 de septiembre de 2010

Noticias de la Iglesia Católica

Benedicto dirige mensaje a laicos en Asia

En un mensaje dirigido al Cardenal Stanislaw Rylko, presidente del Pontificio Consejo para los Laicos, con ocasión de la apertura del Congreso de laicos católicos de Asia, que se celebró en Seúl (Corea del Sur), con el tema: "Proclamar a Jesucristo en el Asia actual", el Papa Benedicto XVI, expresó que
"quienes han encontrado en Jesús la verdad, la alegría y la belleza que dan sentido y dirección a sus vidas, desearán naturalmente llevar esta gracia a otros. Sin dejarse intimidar por las dificultades, o la enormidad de la tarea en cuestión, confiarán en la presencia misteriosa del Espíritu Santo, que siempre está en los corazones de los individuos, en sus tradiciones y culturas y el cumplimiento de toda aspiración humana”.

Asimismo, el Santo Padre destacó y agradeció "el excelente trabajo de los numerosos catequistas que llevan las riquezas de la fe católica a jóvenes y mayores", al igual, reconoció la labor de los movimientos apostólicos y carismáticos, "que aportan una nueva vida y vigor a la formación de los laicos, sobre todo a las familias y a la gente joven".

Por último, Benedicto XVI pidió que el congreso "subraye el papel indispensable de los fieles laicos en la misión de la Iglesia y desarrolle programas e iniciativas específicas para ayudarles en su tarea de anunciar a Jesucristo en Asia hoy”.


Milagro salva vida de Bebé gracias al amor de su madre

A finales del mes pasado, se dio a conocer una impresionante noticia, la cual, seguramente muchas personas considerarán como un milagro.

La historia sucedió cuando la señora Kate Ogg dio a luz a sus mellizos cuando ellos tan sólo contaban con siete meses de gestación. Emily, la niña, sobrevivió sin mayores complicaciones, por el contrario, el pequeño Jamie nació demasiado frágil, e incluso, tuvieron que luchar durante 20 minutos para intentar que el bebé respirara por sí mismo, algo que no lograron.

Después de declararlo muerto, entregaron a Jamie a su madre, Kate y a su padre David, para que ambos conocieran y se despidieran del pequeño.
"El médico me preguntó después del parto, si ya habíamos elegido el nombre para nuestro hijo. Le dije: ‘Jamie’, se dio la vuelta con mi hijo envuelto y me dijo: ‘Hemos perdido a Jamie, lo siento’", narró Kate.

El milagro ocurrió cuando después de dos horas de estar con su madre, quien durante ese tiempo no cesó de acariciarlo y hablarle, Jamie comenzó a dar signos de vida. "Jamie no se movía en lo absoluto y comencé a hablar con él. Le dijimos cuál era su nombre y que tenía una hermana. Le dijimos las cosas que queríamos hacer con él durante toda su vida", recordó la señora Ogg.

La madre, sorprendida, informó a la enfermera y ésta le contestó que era simplemente un reflejo. Luego Kate comenzó a darle leche materna con el dedo, y tras ese contacto, el niño comenzó a respirar con regularidad, lo que provocó el asombro de todos.

"Le dije a mi mamá, que estaba allí, que él todavía estaba vivo. Luego tendió la mano y agarró el dedo. Abrió los ojos y movió su cabeza de lado a lado", indicó emocionada la amorosa madre.

David agradeció a Dios por su exposa y añadió: "Tengo una mujer muy fuerte y muy inteligente. Instintivamente, hizo lo que hizo. Si ella no hubiera hecho eso, entonces probablemente Jamie no estaría aquí". El padre se siente ahora muy orgulloso pues sus bebés ya han cumplido cinco meses de vida.


Papa da a conocer su mensaje para la JMJ 2011

El pasado 3 de septiembre, en el Vaticano se dio a conocer el mensaje del Papa Benedicto XVI para la XXVI Jornada Mundial de la Juventud Madrid 2011, cuyo lema es: “Arraigados y edificados en Cristo, firmes en la fe”, en el cual alienta a los jóvenes a echar raíces en Cristo para construir una vida auténtica frente a un mundo que excluye a Dios y propone caminos fáciles, pero engañosos.

En dicho texto, el Santo Padre recordó pasajes de su propia juventud, e indicó que “la juventud sigue siendo la edad en la que se busca una vida más grande”, y luego añadió “Queríamos encontrar la vida misma en su inmensidad y belleza. Ciertamente, eso dependía también de nuestra situación. Durante la dictadura nacionalsocialista y la guerra, estuvimos, por así decir, ‘encerrados’ por el poder dominante. Por ello, queríamos salir afuera para entrar en la abundancia de las posibilidades del ser hombre. Pero creo que, en cierto sentido, este impulso de ir más allá de lo habitual está en cada generación”.

El Sumo Pontífice explicó que “el hombre en verdad está creado para lo que es grande, para el infinito. El deseo de la vida más grande es un signo de que Él nos ha creado, de que llevamos su ‘huella’” y después continuó su mensaje, insistiendo que ésta etapa de la vida “es un contrasentido pretender eliminar a Dios para que el hombre viva. Dios es la fuente de la vida; eliminarlo equivale a separarse de esta fuente e, inevitablemente, privarse de la plenitud y la alegría”.

Poco después, el Vicario de Cristo insistió que la cultura actual, sobre todo en Occidente, “tiende a excluir a Dios, o a considerar la fe como un hecho privado, sin ninguna relevancia en la vida social”. “Aunque el conjunto de los valores, que son el fundamento de la sociedad, provenga del Evangelio -como el sentido de la dignidad de la persona, de la solidaridad, del trabajo y de la familia-, se constata una especie de ‘eclipse de Dios’, una cierta amnesia, más aún, un verdadero rechazo del cristianismo y una negación del tesoro de la fe recibida, con el riesgo de perder aquello que más profundamente nos caracteriza”.

El Sucesor de Pedro también consideró vital “tener raíces y bases sólidas” especialmente hoy, “cuando muchos no tienen puntos de referencia estables para construir su vida, sintiéndose así profundamente inseguros. El relativismo que se ha difundido, y para el que todo da lo mismo y no existe ninguna verdad, ni un punto de referencia absoluto, no genera verdadera libertad, sino inestabilidad, desconcierto y un conformismo con las modas del momento”, advierte.

Asimismo, el Papa señaló que “la familia y la cultura de nuestro país son un componente muy importante de nuestra identidad” pero la Biblia muestra otro más a través del profeta Jeremías. “Echar raíces, para el profeta, significa volver a poner su confianza en Dios. De Él viene nuestra vida, Jesús mismo se presenta como nuestra vida Por ello, la fe cristiana no es sólo creer en la verdad, sino sobre todo una relación personal con Jesucristo. El encuentro con el Hijo de Dios proporciona un dinamismo nuevo a toda la existencia”.

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