jueves, 9 de septiembre de 2010

Fiesta de la Natividad de la Virgen María




8 de Septiembre




La celebración de esta fiesta fue fijada el 8 de septiembre, debido a que en éste día se abre el año litúrgico bizantino, mismo que se cierra con la Dormición y Asunción de María a los cielos, en el mes de agosto.
Pese a que en las Sagradas Escrituras no se relata sobre el nacimiento de María, existen diversas tradiciones a cerca de ello.

Dicha festividad implica la alegría de la Iglesia Católica, pues su nacimiento funge como un anuncio pre-mesiánico.
Así lo destacó San Juan Damasceno (675-749), en una homilía que dio en la Basílica de Santa Ana:

"¡Ea, pueblos todos, hombres de cualquier raza y lugar, de cualquier época y condición, celebremos con alegría la fiesta natalicia del gozo de todo el Universo. Tenemos razones muy válidas para honrar el nacimiento de la Madre de Dios, por medio de la cual todo el género humano ha sido restaurado y la tristeza de la primera madre, Eva, se ha transformado en gozo. Ésta escuchó la sentencia divina: parirás con dolor. A María, por el contrario, se le dijo: Alégrate, llena de gracia!”.

En su reflexión, San Juan Damasceno también reconoció el papel de san Joaquín y santa Ana, los padres de María:

“¡Oh feliz pareja, Joaquín y Ana, a ustedes está obligada toda la creación! Por medio de ustedes, en efecto, la creación ofreció al Creador el mejor de todos los dones, o sea, aquella augusta Madre, la única que fue digna del Creador. ¡Oh felices entrañas de Joaquín, de las que provino una descendencia absolutamente sin mancha!, ¡Oh seno glorioso de Ana, en el que poco a poco fue creciendo y desarrollándose una niña completamente pura, y, después que estuvo formada, fue dada a luz! Hoy emprende su ruta la que es puerta divina de la virginidad. De Ella y por medio de Ella, Dios, que está por encima de todo cuanto existe, se hace presente en el mundo, corporalmente. Sirviéndose de Ella, Dios descendió sin experimentar ninguna mutación, o mejor dicho, por su benévola condescendencia apareció en la Tierra y convivió con los hombres".

Esta celebración nos recuerda que María es la mujer elegida por Dios, para que en su vientre sin mancha, sea concebido su amado hijo, Jesús, quien vino a padecer por cada uno de nosotros. María, es quien, más tarde, al recibir el anuncio del ángel, voluntariamente y por amor a Dios, recibirá una gran responsabilidad: cuidar y educar a Jesús, ayudarle a seguir el camino que Dios, su Padre, le ha marcado. También será quien le acompañe a lo largo de su vida, y sobre todo, en los momentos más difíciles, como fue su camino al Calvario.

La virgen, madre de Dios, posee un hermoso nombre, que significa: belleza, amada de Dios, estrella del mar, señora e iluminada. Con relación a esto, en 1683, el Papa Inocencio XI declaró oficial una fiesta que solía realizarse en el centro de España, y es la del "Dulce nombre de María".



Poesía a la Natividad de María

Canten hoy, pues nacéis vos,
los ángeles, gran Señora,
y ensáyense, desde ahora,
para cuando nazca Dios.

Canten hoy, pues a ver vienen
nacida su Reina bella,
que el fruto que esperan de ella
es por quien la gracia tienen.

Digan, Señora, de vos,
que habéis de ser su Señora,
y ensáyense, desde ahora,
para cuando nazca Dios.

Pues de aquí a catorce años,
que en buena hora cumpláis,
verán el bien que nos dais,
remedio de tantos daños.

Canten y digan, por vos,
que desde hoy tienen Señora,
y ensáyense, desde ahora,
para cuando nazca Dios.

Y nosotros, que esperamos
que llegue pronto Belén,
preparemos también,
el corazón y las manos.

Vete sembrando, Señora,
de paz nuestro corazón,
y ensayemos, desde ahora,
para cuando nazca Dios. Amén.


(Lope de Vega)

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