El pasado 17 de febrero se dio a conocer que la Arquidiócesis de México desea que nuestro país sea la sede de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) para el año 2017 y por ello ha comenzado a reunir a todos aquellos líderes de los movimientos juveniles católicos de las distintas diócesis de México, bajo el nombre de “Generación JMJ”, para trabajar con ellos de manera conjunta.
Se pretende conformar una delegación de jóvenes que viajen a Madrid, España, donde en agosto próximo el Papa Benedicto XVI presidirá la XXVI Jornada Mundial de la Juventud. Con esta acción, se busca responder a la preocupación del Cardenal Norberto Rivera Carrera de que los jóvenes mexicanos participen del encuentro con el Pontífice en cada una de las ediciones de la JMJ. Además, la Arquidiócesis destaca su deseo de que los jóvenes mexicanos representen dignamente a nuestro país con la finalidad de buscar ante las autoridades vaticanas la sede de este gran evento.
Como parte de la promoción de la “Generación JMJ”, se ha creado la página: www.generacionjmj.com.mx, a través de la cual se informará sobre el desarrollo de las diferentes etapas de preparación hacia la XVI JMJ, entre los que destacan mensajes, convocatorias, vivencias, testimonios y orientación a los jóvenes que deseen viajar a Madrid.
Con alegría, presentan balance de Año Paulino
La mañana del pasado jueves 17 de febrero, en la presentación del balance del Año Paulino celebrado entre junio de 2008 y junio de 2009, el Cardenal Andrea Cordero Lanza de Montezemolo, dijo que este jubileo fue un tiempo de gracia durante el cual "se superaron todas las previsiones".
El Cardenal Arcipreste Emérito de la Basílica de San Pablo de Extramuros explicó que en el Año dedicado al Apóstol, "hubo muchas iniciativas como la restauración de parte del templo, nuevas áreas de servicio para facilitar las peregrinaciones, se creó una zona para la administración del sacramento de la Penitencia" y luego agregó que los peregrinos y visitantes pudieron ver por primera vez el sarcófago del Apóstol Pablo.Por su parte, el Arzobispo Rino Fisichella, Presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización señaló que mirar a San Pablo "tanto su ejemplo apostólico como su doctrina, será un estímulo, si no una garantía, para la consolidación de la identidad cristiana de cada uno de nosotros y para la renovación de toda la Iglesia". Poco después comentó a cerca de este informe, que permitirá "ver a San Pablo de una forma más moderna. Página tras página, se encuentra a una persona viva en la fe del pueblo de Dios que ve en el Apóstol de los pueblos la fuerza de la gracia que transforma los corazones y hace disponible al seguimiento".
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