En la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México, durante la misa del pasado domingo 20 de febrero, el Cardenal Norberto Rivera Carrera señaló que en ese día la Iglesia se llenó de alegría y gozo al recibir a la adolescencia y niñez misionera de la Arquidiócesis de México, considerando que ellos son “un futuro para nuestra Iglesia diocesana”.
Poco después, el Prelado comentó que el Evangelio de San Mateo nos invita a vivir el amor, pero de manera especial en nuestros enemigos y en quienes nos hieren, porque ésta es la actitud misma de Dios, quien es "compasivo y misericordioso, lento para enojarse y generoso para perdonar”.
Además insistió que como cristianos, no podemos ser cómplices “del mal que amenaza nuestra sociedad” y hacernos los ciegos ante los problemas que acontecen en la familia, en la escuela y en las comunidades, al contrario, debemos, con ayuda del Evangelio, enjuiciar y denunciar “todo lo que corrompe a nuestro mundo”.
“La reacción del cristiano que nos enseña Jesús con metáforas orientales tan vivas, es muy clara: Ante el mal, rechazo y lucha abierta. El cristiano no puede hacerse sordo ni ciego, y mucho menos aceptar, la injusticia, la hipocresía, la mentira, la farsa, la violación del proyecto de Dios y de dignidad que Dios quiere para todos los seres humanos. Hay que ser muy precisos: la lucha y el rechazo es contra el mal, no contra los seres humanos”, explicó, para luego indicar que cada persona “merece de nosotros, no solamente respeto, sino merece realmente, que nosotros lo amemos aunque él nos haya hecho el mal”.
El Arzobispo Primado de México agregó que tenemos que alzar nuestra voz, pero de manera pacífica y respetando a los demás. También exhortó a evitar caer en la tentación de considerar que para arreglar la sociedad, es válido practicar el “ojo por ojo y diente por diente”, lo cual nos llevaría a engendrar más violencia. Más adelante declaró que esto, el feligrés lo debe evitar “aunque sea insultado, difamado por denunciar el mal, aunque sea denigrado por defender la vida y la familia”.
“Para el cristiano no basta denunciar y evitar la violencia. Jesús nos dice: "Amen a sus enemigos, hagan el bien a los que los aborrecen, bendigan a quienes los maldicen y oren por quienes los difaman". El mayor bien que podemos hacer a todos aquellos que desprecian el proyecto de Dios y combaten la dignidad humana es anunciarles la Buena Nueva. La Iglesia es por naturaleza, misionera y no se puede cansar de anunciar a la persona de Jesucristo y ese plan de salvación, ese Evangelio que nos vino a anunciar”.
Por último, el Cardenal Rivera Carrera indicó que hay muchos lugares donde podemos intervenir para mejorar el mundo, como es en la familia y en la escuela, ya que “día tras día podemos hacer algo por aquellos que el Señor ha puesto cerca de nosotros y ahí es donde tenemos que ser misioneros, transmitiendo no solamente las palabras del Señor, sino transmitiendo el ejemplo de Cristo”.
Concluyó exhortando a los fieles a tratar a los demás como les gustaría ser tratados y a amar a los enemigos, porque sólo así verdaderamente seguimos a Jesús y de ninguna manera caminamos con Él si “se guarda el rencor, el resentimiento, el odio y la venganza”.
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