miércoles, 10 de noviembre de 2010

Asegura Cardenal Rivera que “el hecho central de toda la historia de la salvación” es la resurrección de Cristo

En la Catedral Metropolitana de la ciudad de México y durante la misa del mediodía del pasado 7 de noviembre, el Cardenal Norberto Rivera Carrera recordó que cada domingo, los files católicos concluimos nuestra profesión de fe manifestando la espera de la resurrección de los muertos. Refiriéndose a esto, destacó luego, que con la reciente celebración del día de los Fieles Difuntos, como cristianos renovamos nuestra fe en la vida eterna.

Seguidamente, el Prelado explicó que las lecturas de aquél día, nos ayudan a comprender la “revelación bíblica sobre la resurrección de los muertos”, pues en el Antiguo Testamento se relata que un joven, al estar siendo torturado, aseguró que "vale la pena morir a manos de los hombres, cuando se tiene la firme esperanza de que Dios nos resucitará".

El Cardenal indicó que esto nos da la certeza “de la omnipotencia de Dios”, que es el primer fundamento para poder creer en la resurrección, ya que “si el poder de Dios hizo posible la creación del hombre de la nada, con mayor razón puede hacer posible la resurrección”, pues para Él todo es posible.

“Jesús, en forma maravillosa nos pone una alternativa radical: o aceptamos la fe en la resurrección o tomamos el camino del ateísmo. No podemos creer en un Dios que fue creando los cielos y tierra para el hombre, no podemos concebir a un Dios que ha realizado toda una historia de salvación para el hombre y después afirmar que ese hombre termina en la nada. Nos encontraríamos a un Dios reinando sobre las tumbas, nos encontraríamos ante un Dios de muertos. Si no queremos llegar al absurdo tenemos que admitir que si de verdad creemos en Dios, también creemos en la resurrección de los muertos”, manifestó el Prelado.

En su homilía, el Arzobispo Primado de México también señaló que hoy en día, la sociedad ha caricaturizado la muerte, hasta llegar a proclamarla al igual que a la violencia y la destrucción, cosa que incluso se hace en nombre de Dios. Sin embargo, debemos tomar en cuenta que “el Dios verdadero es siempre fuente de vida. No es un Dios destructor, sino un Dios que crea la vida, la sostiene y la lleva a la plenitud”.

“Pero en definitiva, nuestra fe en la resurrección de los muertos, no se apoya sólo en doctrina o en las reflexiones por convincentes que estas sean, sino en el hecho central de toda la historia de la salvación: la resurrección de Cristo. Por esto San Pablo en su Primera Carta a los Corintios nos dice: "Si se predica que Cristo resucitó de entre los muertos, ¿cómo dicen algunos de ustedes que no hay resurrección de los muertos? Porque si no hay resurrección de los muertos, tampoco resucitó Cristo; y si Cristo no resucitó, nuestra fe es vana, nuestra predicación no sirve y seríamos los más desdichados de todos los hombres”, prosiguió.

Al concluir su mensaje, el Cardenal Rivera Carrera insistió que "Cristo es la primicia de los todos los muertos", ya que vino a darnos la vida, después de que por Adán se nos otorgó la muerte. Fue Jesús quien nos trae la noticia de la resurrección. Además, aseguró que al final de nuestra vida, al terminar nuestro peregrinar por ésta tierra, nos encontraremos con Dios, “a quien veremos, no en signos o en imágenes, como lo estamos haciendo domingo tras domingo, celebrando su eucaristía”.

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