jueves, 24 de marzo de 2011

Cardenal Rivera: Cuaresma nos invita a celebrar la gloria de la Resurrección

El pasado 20 de marzo, segundo domingo de Cuaresma, el Cardenal Norberto Rivera Carrera manifestó durante la misa del mediodía, que en este tiempo la liturgia nos presenta al Señor transfigurado, y se nos invita a contemplarlo, algo que debe hacer todo cristiano y “no sólo unos cuantos que se encierran en un monasterio”.

Seguidamente comentó que en el Evangelio se nos presentó a Jesús acompañado de Moisés y Elías, dos personajes importantes en nuestra fe. Y agregó que cuando Jesús se presenta junto con ellos, es una manifestación de que Él “es el nuevo legislador, que Él no ha venido a abolir la ley, sino a darle pleno cumplimiento” y por ello, Cristo, que no es un profeta más sino el Hijo de Dios, pone al amor en el centro de su anuncio.

Luego, el Cardenal señaló que lo que Jesús anunció a sus discípulos era una realidad dura, dado que Él mismo iba a ser condenado y aquellos hombres que le siguieron, también enfrentarían momentos difíciles. Por ello, se nos invita a reconocer que para lograr enfrentar nuestros problemas diarios, requerimos de algo más que una contemplación, es decir, “necesitamos ser sostenidos por la fe” y como ejemplo nos puso a Abraham, quien confió por completo en Dios.

"El que no tiene fe, se queda en la oscuridad, luchando con sus propias fuerzas. El cristiano que de verdad se ha adherido a Jesucristo, que tiene la luz de Jesucristo, que realmente cree en Jesucristo. Sabe que tiene una fuerza que él jamás podría mostrar".

En su mensaje, el Prelado hizo una reflexión a cerca de que Dios siempre cumple las promesas que nos hace, como fue en el caso de Abraham y su descendencia, y en cambio, cuando nosotros le prometemos algo a Dios, le cambiamos el sentido para evitar hacer algo que nos pese.

Por último, el Arzobispo Primado de México recordó el sentido de la Cuaresma, que nos prepara para vivir plenamente la pasión y muerte de Jesús, y sobre todo, para llegar a ser partícipes de su gloria y de la vida que nos regala con ésta entrega de amor.

" Por eso el Señor nos invita a estar con Él en este tiempo de Cuaresma, para celebrar sí, la Pasión del Señor, pero sobretodo también para celebrar la gloria de la resurrección. Hoy solamente aparece por un momento transformado, diciéndonos que el final de ésta Cuaresma, que el final de nuestros sufrimientos, que el final de nuestras pruebas no es la nada, no es el absurdo, sino la gloria de la resurrección. Cristo resucitó y celebraremos también la Pascua, no por cuarenta días, sino por cincuenta días como en señal de que para nosotros es muy importante sí, la muerte del Señor, acompañarlo en su pasión, vivir en nuestro cuerpo sus sufrimientos, pero sobre todo tener esa esperanza de la resurrección, de la glorificación".

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