viernes, 11 de marzo de 2011

Cardenal Rivera Carrera: “Construir las familias sobre la roca que es Cristo”



El pasado domingo, día en que se celebró en México a la familia, el Cardenal Norberto Rivera Carrera, dijo que el Evangelio de ese día, en el que Jesús afirma “El que escucha estas palabras mías y las ponen en práctica se parece a un hombre prudente que edificó su casa sobre roca”, son inspiradoras ante las circunstancias que la familia atraviesa en la actualidad.

“La familia es algo que todos admiran y que todos desean tener. La familia es un anhelo muy profundo en el corazón humano, porque es la comunidad que origina a la persona humana y al mismo tiempo es la comunidad hacia la que tiende la persona humana, para perpetuarse y trascender. Con todo, sabemos que la familia no está exenta de problemas y que las dificultades que atraviesa son muchas”.

El Arzobispo Primado de México, mencionó que a veces las dificultades en la familia son físicas, como la enfermedad de un miembro o la pérdida de un ser querido; otras veces son problemas internos, como la falta de comunicación o los conflictos de los caracteres, o las etapas de crecimiento de los hijos. Otras veces, son la consecuencia de los problemas que estamos viviendo, como la falta de trabajo. Sin embargo, afirmó, que en medio de todo esto, la familia no puede dejar de construir su casa, ya que los problemas ahí están y hay que resolverlos, si queremos que nuestra familia permanezca.

“El evangelio nos habla de la casa y nos habla de la roca, ninguno de los dos elementos se pueden excluir de la construcción de la familia. La casa son todas esas situaciones, son todas esas realidades que tiene la familia, como la comunicación, la tolerancia, la solidaridad, la alegría, el hacer fiesta, el dialogo, el perdón; esas realidades que parecen pequeñas, pero que son las que van construyendo la familia. Todo eso es lo que implica una familia junto con otras cosas. Y eso, de hecho, existe en muchas familias que podemos contemplar en nuestra gran ciudad, tienen muchas de estas cualidades, muchas de estas realidades las están viviendo en plenitud. Pero lo importante es que esas familias además de las cualidades que puedan tener posean también la capacidad de conservar esas cualidades”.

El Cardenal dijo que son muchas las circunstancias que pasa la familia, pero que la falta de fundamento sólido es uno de los problemas más serios. Por eso el evangelio habla de la roca, la roca que es Cristo, quien da cimiento en medio de todas las situaciones difíciles por las que tiene que transitar la familia.

“Por supuesto, que esta experiencia de Cristo, roca de la familia, dará al hogar la fuerza para el perdón, la serenidad ante la dificultad, el vigor ante las fragilidades que se constatan todos los días. La experiencia de Cristo, dará a los esposos la pujanza para la mutua fidelidad, dará a los padres la perseverancia en la transmisión de las virtudes cristianas y de los valores humanos, dará a los hijos la energía para enfrentar el mundo al que la propia familia los abre”.

También invitó a los cónyuges a analizar con serenidad y exigencia si su matrimonio está asentado sobre roca o si se ha cimentado sobre la arena del individualismo, del egoísmo, de la comodidad, o del materialismo; ya que todos esos cimientos de arena, aunque tengan encima una casa preciosa, acabarán por ceder y derrumbarse ante las presiones del mundo moderno.

Por último nos exhortó a hacer del “Señor nuestra fortaleza y nuestro refugio a la hora de emprender con valentía nuestro trabajo por el bien de la familia en esta ciudad de México”, primordialmente a la hora de acompañar a las familias en dificultad, a las madres solteras, a las abuelas que tienen que cuidar a sus nietos a causa de la ausencia de los padres por el trabajo, a quienes tienen que sacar solos adelante a sus hijos al haberse partido su matrimonio por el divorcio, a las jóvenes que sienten la tentación de eliminar por el aborto a la vida que comienza en su seno, a los novios que tienen dudas a la hora de comprometerse para siempre en el sacramento del matrimonio”.

Antes de concluir, el Cardenal Norberto Rivera, felicitó a las mujeres mexicanas por la celebración de su día el 8 de marzo, a quienes invitó “a que sigan siendo en esta hora difícil de nuestra patria el pilar de los valores que encontramos especialmente reflejados en la mujer que dio origen a nuestra identidad nacional, Nuestra Señora de Guadalupe”.

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