Papa Benedicto XVI a novios: que en el matrimonio vuestra relación se convierta en levadura de una presencia activa y responsable en la comunidad
El pasado lunes 12 de septiembre, el Papa Benedicto XVI dirigió un discurso en la Plaza del Plebiscito en la localidad italiana de Ancona, donde exhortó a los novios que pronto se van a casar, a no temer al matrimonio fiel, indisoluble y dador de vida.
"La mesa está puesta con tantos manjares, pero como en el episodio evangélico de las bodas de Caná, parece que falta el vino de la fiesta. Sobre todo, la dificultad para encontrar un trabajo estable cubre con un velo de incertidumbre el porvenir", explicó el Santo Padre.
Seguidamente, indicó que "Esta condición contribuye a aplazar la toma de decisiones definitivas y repercute negativamente en el crecimiento de la sociedad, que no consigue valorizar plenamente la riqueza de energías, de competencia y creatividad de vuestra generación".
"También falta el vino de la fiesta en una cultura que tiende a prescindir de criterios morales claros: en la desorientación cada uno se siente empujado a moverse de forma individual y autónoma, a menudo solo en el perímetro del presente", agregó.
"Pertenece a una cultura privada del vino de la fiesta también la aparente exaltación del cuerpo, que en realidad banaliza la sexualidad y tiende a hacerla vivir fuera de un contexto de comunión de vida y de amor", aseveró el Vicario de Cristo, quien al mismo tiempo exhortó a los jóvenes: "¡queridos jóvenes, no tengáis miedo de afrontar estos desafíos! No perdáis jamás la esperanza. Sed valientes, también en las dificultades, permaneciendo firmes en la fe".
"Estad seguros de que, en toda circunstancia, sois amados y custodiados por el amor de Dios, que es nuestra fuerza. Por esto es importante que el encuentro con Él, sobre todo en la oración personal y comunitaria, sea constante, fiel, precisamente como el camino de vuestro amor: amar a Dios y sentir que Él me ama", dijo el Papa.
Más adelante, el Sucesor de Pedro destacó que la Iglesia Católica "sabe que tenéis sed de valores, los verdaderos, aquellos sobre los que vale la pena construir vuestra casa. El valor de la fe, de la persona, de la familia, de las relaciones humanas, de la justicia. No os desaniméis frente a las carencias que parecen apagar la alegría en la mesa de la vida".
"Vivís un tiempo único que os abre a la maravilla del encuentro y os lleva a descubrir la belleza de existir y ser preciosos el uno para el otro (...) Vivid este camino con intensidad, gradualidad y verdad", invitó.
Prosiguiendo su mensaje, el Papa dijo: "ante todo, que evitéis cerraros en relaciones intimistas, falsamente tranquilizadoras: haced, en cambio, que vuestra relación se convierta en levadura de una presencia activa y responsable en la comunidad".
Benedicto XVI explicó también que "todo amor humano es señal del Amor eterno que nos ha creado y cuya gracia santifica la decisión de un hombre y una mujer de entregarse recíprocamente en la vida del matrimonio. Vivid el noviazgo en la esperanza confiada de ese don que hay que acoger recorriendo un camino de conocimiento, de respeto y atenciones que no debéis perder nunca".
Por ello es necesario que los jóvenes se preparen adecuadamente para "elegir con convicción el ‘para siempre’ que connota el amor: la indisolubilidad, antes que una condición, es un don que hay que desear, pedir y vivir, más allá de cualquier mutable situación humana".
"La fidelidad y la continuidad de vuestro amor os harán también capaces de abriros a la vida, de ser padres (...) Fidelidad, indisolubilidad y transmisión de la vida son los pilares de toda familia, verdadero bien común, patrimonio precioso para toda la sociedad".
Desde ahora, continuó el Pontífice, "fundad sobre ellos vuestro camino hacia el matrimonio y dad testimonio de él también a vuestros coetáneos: ¡es un servicio precioso! Sed agradecidos a cuantos con compromiso, competencia y disponibilidad os acompañan en la formación: son signo de la atención y del cuidado que la comunidad cristiana os reserva. No estáis solos: buscad y acoged en primer lugar la compañía de la Iglesia".
Por último, el Papa Benedicto XVI indicó que "La experiencia del amor conlleva la tensión hacia Dios. El verdadero amor promete el infinito. De este modo haced que este tiempo de preparación al matrimonio un itinerario de fe: redescubrid para vuestra vida de pareja la centralidad de Jesús y el caminar en la Iglesia", de este modo "no tendréis miedo de asumir la comprometida responsabilidad de la elección conyugal; no temeréis entrar en este ‘gran misterio’, en el que dos personas se hacen una sola carne".
No hay comentarios:
Publicar un comentario