viernes, 15 de abril de 2011

Más de 26 mil fieles reciben a nuevos obispos auxiliares en Puebla


La mañana del pasado 12 de abril, alrededor de 26 700 fieles católicos participaron de la Ordenación Episcopal de dos nuevos Obispos Auxiliares para la Diócesis de Puebla: Mons. Dagoberto Sosa Arriaga y Mons. Eugenio Lira Rugarcía.


La celebración, misma que se llevó a cabo en el Centro Expositor y de Convenciones Puebla, inició con la procesión encabezada por el Evangelio, varios Obispos, sacerdotes y los que serían nombrados Obispos Auxiliares, seguidos por el Cardenal Norberto Rivera Carrera, el Nuncio Apostólico en México, Mons. Christophe Pierre, Mons. Carlos Aguiar Retes, Presidente de la CEM y el Arzobispo de Puebla, Mons. Víctor Sánchez Espinoza.

Después de las lecturas, en la homilía Mons. Pierre manifestó su alegría y gozo, “porque el Señor ha querido conceder a su Iglesia dos nuevos Sucesores de los Apóstoles, que mediante su tripe misión de enseñar, santificar y gobernar, bajo la dirección de su Arzobispo harán presente a Cristo, Sumo y eterno sacerdote en medio de su pueblo”.

Retomando algunas palabras del Papa Benedicto XVI, el Nuncio recordó que al igual que los Apóstoles, también ellos han sido elegidos por Jesús para “acoger su palabra y recibir su fuerza, y vivir así como Él, anunciando a todas las gentes la buena nueva del reino de Dios”.


Además les exhortó a imitar el oficio del Buen Pastor, “que ofrece su vida por las ovejas, enseñando, santificando y rigiendo al pueblo de Dios desde la humildad y la abnegación”, para que simultáneamente sean “maestros de la fe, mensajeros de la Palabra divina, testigos obedientes de la Verdad, custodios del depósito de la revelación; ministros de la gracia del supremo sacerdocio que comunica la vida y la santidad, moderadores de la liturgia y dispensadores originarios de los sacramentos, del perdón y de la paz”.

Luego, Mons. Dagoberto Sosa y Mons. Eugenio Lira, fueron presentados ante el Arzobispo de Puebla, solicitando su nombramiento como obispos, seguidamente Mons. Víctor Sánchez preguntó si tenían el mandato apostólico y que lo leyeran a toda la asamblea ahí reunida.


En el documento, el Santo Padre manifestó haber escuchado la solicitud del Arzobispo de Puebla requiriendo dos obispos auxiliares debido a “las particulares necesidades pastorales de su Arquidiócesis” y por ello accedió nombrar a Mons. Dagoberto y a Mons. Eugenio, como Obispos Auxiliares de esa Arquidiócesis. Enseguida, los sacerdotes mostraron a los asistentes, el documento escrito por Pontífice.

Después los elegidos para el Orden Episcopal fueron examinados ante el pueblo sobre su fe y su futuro ministerio y se les preguntó si realmente deseaban consagrarse hasta la muerte en éste ministerio, en el que deberán anunciar con fidelidad el Evangelio de Jesucristo, edificando la Iglesia que es su cuerpo, y cuidando y guiando al pueblo de Dios. Al oír la respuesta afirmativa, se indicó a la asamblea que se pusieran de rodillas, mientras los elegidos se mantenían postrados en el suelo, al tiempo en que se recitaban las letanías.


Lo siguiente fue el momento central de la ordenación, cuando se les impusieron las manos sobre la cabeza, invocando sobre ellos al Espíritu Santo. Y también, sobre sus cabezas se colocó abierto, el libro de los Evangelios. Posteriormente fueron ungidos con el santo crisma, signo de la consagración al ministerio episcopal; se les entregó el libro de los Evangelios, el cual representa la misión que reciben de anunciar la palabra de Dios. Luego recibieron las insignias episcopales: el anillo, signo de fidelidad a la Iglesia; la mitra, signo de santidad y corona de gloria, y por último el báculo, singo del ministerio episcopal.

Para finalizar el rito de ordenación, los recién ordenados recibieron el saludo de la paz por parte del ordenante principal y los obispos que concelebraron, esto como signo de la colegialidad episcopal.

Así continuó la misa de manera normal, con la liturgia eucarística, con la diferencia de que antes de recibir la bendición que da término a la misa, los obispos Dagoberto y Eugenio caminaron por todo el lugar, saludando y bendiciendo a los fieles.


No hay comentarios:

Publicar un comentario