En su homilía dominical en la Catedral Metropolitana de México, el Cardenal Rivera Carrera, dijo que el mensaje central de ese V Domingo de Cuaresma, es que “Cristo, Nuestro Señor, como verdadero hombre lloró la muerte de su amigo Lázaro y como verdadero Dios, lo hizo salir vivo del sepulcro, se ha compadecido de todos los hombres y por medio de sus sacramentos, nos hace pasar de la muerte a la vida”.
El Arzobispo Primado de México, señaló que una frase que por sí misma nos debería llevar a reflexionar en uno de los títulos más sugestivos y más reales de Cristo: el de Amigo.
"Como a verdadero hombre que es no le podía faltar a Jesús esa dimensión humanísima de la amistad. Así lo constataron sus contemporáneos, así lo experimenta todo aquel que de verdad se encuentra con Jesucristo vivo, ya que Él sigue brindando su amistad a todos, incluso cuando le volvemos la espalda. Al mismísimo Judas le dice: “Amigo, ¿con un beso entregas al Hijo del Hombre?” Es verdad que para que haya amistad se requieren dos corazones que de verdad se amen. Jesús es siempre un Sí. Su corazón siempre está abierto para el que lo quiera aceptar. Lo peor que podríamos pensar es que nuestra maldad es más grande que el amor con que Cristo nos ama".
Afirmó que si es importante y sugestivo el título de amigo, lo es más todavía el título de “Vida” que Jesús se da a sí mismo: “Yo soy la resurrección y la vida”, por ello, recordó que la narración de la resurrección de Lázaro, es sólo un símbolo y un anuncio de la verdadera resurrección de Cristo que celebraremos en la Semana Santa y ese es el gran acontecimientos que celebramos en la misa dominical al expresar "Anunciamos tu muerte, proclamamos tu Resurrección".
"Antes de entrar a la oscuridad de la pasión y muerte en las celebraciones de Semana Santa, Jesucristo quiere manifestarnos anticipadamente, a través de este milagro de Lázaro, el significado de su muerte y resurrección. Lázaro muerto, es el símbolo de la humanidad muerta por el pecado. Lázaro resucitado por el poder de Jesucristo es el anuncio de aquello que nos sucederá a nosotros si nos dejamos amar por Él y si aceptamos en nosotros el poder de dar vida que el Padre le ha dado a su Hijo Jesucristo. Aquello que sucedió ante la tumba de Lázaro fue un signo, fue el principio de un milagro que Jesús sigue realizando hoy en la Iglesia y en el Mundo".
El Cardenal Rivera Carrera, afirmó que lo que nos sucede a nivel personal también puede suceder a nivel social, ya que nuestra sociedad es un organismo viviente, un cuerpo llamado por Dios a vivir y a dar vida, pero por múltiples razones las sociedades e instituciones también se enferman y les llega la muerte y esto sucede porque el Señor no está en muchas de nuestras realidades humanas.
Por último, el Cardenal expresó que es duro aceptar que la realidad de la muerte se haga presente en tantas cosas, por ello, ni Jesús, ni la Iglesia, dan el grito de, “quiten la loza”, para que los presentes perciban los malos olores, de la muerte, del sepulcro, sino para dar vida, ya que nuestro Dios no es un Dios de muertos, sino un Dios de vivos.
"Nuestro Dios, no es un Dios de muertos, sino un Dios de vivos, un Dios que da vida. “Yo mismo abriré sus sepulcros y los haré salir de ellos”, dice el Señor, por boca del profeta Ezequiel... ¿De qué sepulcros se trata? ....San Pablo responde: “de la forma desordenada y egoísta de vivir”... Por esto, el cristiano debe estar secundando siempre los proyectos que dan vida, las iniciativas que dignifican la vida, a las autoridades que promueven y organizan las comunidades para alcanzar un mejor nivel de vida".
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