Nemesio Rodríguez Lois
Durante
muchos años, por causa de la Historia Oficial, numerosas generaciones de
mexicanos deformaron sus criterios debido a los dogmas que les imponían los
autores de los libros de texto y según los cuales la vida de México a través de
los siglos se resumía en la continua lucha de los buenos contra los malos.
Al
final y, como si se tratase de un melodrama radiofónico, triunfaban siempre los
buenos quienes –sobra decirlo- eran quienes formaban parte del grupo integrante
del Sistema que durante más de 70 años dirigió los destinos de este país
imponiendo una dictadura de partido.
Ni
duda cabe que era mucho más fácil manipular a un pueblo al que se mantenía en
la ignorancia puesto que al desconocer éste quienes habían sido sus
benefactores y quienes sus verdugos vagaba a tontas y a locas por esos caminos
de Dios.
Y
dentro de esa ignorancia en que se mantenía sumido al pueblo, estaba el hecho
histórico de la guerra cristera (l926-1929)lucha en la cual miles de mexicanos
se levantaron en armas para exigir que se les respetara un sagrado derecho
natural: Profesar libremente la fe recibida en el Bautismo.
El
caso es que, durante la segunda mitad del siglo XX, muchas personas que tenían
parientes muy cercanos que habían participado en aquella contienda se
sentían incómodos al hablar del tema,
como si temiesen ser objeto de burlas y humillaciones.
Y
fue así como, debido a que la Historia Oficial para nada hablaba de aquella
lucha heroica de la Cristiada, se fue formando una especie de complejo de
culpa.
Afortunadamente
las cosas empezaron a cambiar a partir de la década de los años 70s.
Primero
fue la obra “La Cristiada” de Jean Meyer (l974) que a miles de mexicanos les
hizo conocer la realidad de aquel acontecimiento histórico.
Años
después vino la primera visita a México del beato Juan Pablo II (l979) en la
cual millones de católicos dejaron su actitud temerosa y vergonzante para salir
a las calles y aclamar a voz en cuello al Vicario de Cristo.
Las
siguientes visitas papales así como la reforma de varios artículos
constitucionales referentes a la
cuestión religiosa, confirmaron a los católicos mexicanos (más del 90% de la
población) como la razón estaba de su parte y como durante muchísimo tiempo
habían soportado una injusta opresión religiosa.
Asimismo,
durante los últimos años, se han publicado estudios serios acerca de la
persecución religiosa padecida en México durante la Cristiada siendo dignas de
mención las obras de Lauro López Beltrán, Fidel González Fernández, Carlos
Villa Roiz y muchos más que al pueblo le han ido abriendo los ojos.
Y
dentro de ese más amplio conocimiento de la realidad histórica de la Cristiada
como culminación tenemos la canonización de quienes, por mantenerse firmes en
la Fe, sufrieron martirio en aquellos años.
Una
canonización múltiple que tuvo lugar en Mayo de 2000 y con el cual la Iglesia
Católica le dio la razón a quienes, con valentía y heroísmo, supieron defender
la Fe en tiempos difíciles.
Así
pues, ante la inminente visita de Benedicto XVI a México, visita que tendrá por
escenario las tierras del Bajío, es necesario que dejemos atrás complejos de
inferioridad que a nada bueno conducen y que leamos obras de autores que, con
gran seriedad científica, tratan el tema de la Cristiada.
Solamente
así, conociendo nuestro pasado, podremos entender mejor el presente, al
entenderlo podremos mejorarlo y, al mejorarlo, evitar males futuros.
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