APLAUSOS, APLAUSOS,
APLAUSOS, para B-XVI, que en un gesto de cordura, de inmensa sensatez, de tremenda humildad, sencillamente deja el lugar para su
relevo en la más fina muestra de libertad y de paz… CUANDO DIOS HIZO el mundo y
sus interiores, periferias y lejanías, dijo con llana soltura: “Hagamos al ser
humano a nuestra imagen y semejanza”; y al día siguiente –el día séptimo- ¡descansó!...
EL SANTO PADRE
Benedicto está comenzando su séptimo día y lo está adornando con la decisión
que le lleva a parecerse cada vez más a Dios, que luego de ardua chamba de la
creación de todo lo visible y lo invisible, rauda y escuetamente ¡descansó!...
APLAUSOS Y MÁS
APLAUSOS porque no sólo con su palabra y sus directrices pastorales, también
con su disponibilidad y sencillez, nos predica a Cristo que no vino a ser servido sino a servir, que
luego del trabajo incomparable de la cruz se dispuso al sepulcro –descanso, finalmente- para surgir
glorioso y resucitado… VOCES ESTREPITOSAS acusan cobardía, presiones,
incompetencia táctica, incapacidad moral, demencia senil, falta de heroísmo,
enfermedades ocultas, crisis financieras, depresión crónica, gua-gua-guá, gua-gua-guá (léase etc., etc.,); pero
siendo esas voces como chillidos de marrana, yo merito –¡en verdad que sí!-
estoy cultivando oídos de chicharronero…
EN AQUEL
RESTAURANTE (nunca entré en él) leí desde la calle la leyenda que bien puso su
dueño como decoración y decía: “Estando en agonía nadie jamás ha llegado a
decir: ¡¿Cómo no pasé más tiempo en la
oficina?!”; si alguna vez el Papa Benedicto almorzó en ese changarro
seguramente entendió la claridad del mensaje, y si no, pues la elemental lógica
y el sentido común le asisten como la luz del sol a cualquier hijo de vecino…
LA MULTITUD DE
EXPERTOS –y no son hijos de cualquier vecino, queda claro que no-
que pululan en los medios de comunicación ya se han puesto a dictar cátedra periodística
logrando medio marearme con descabelladas disquisiciones y verborreas que
seguramente ni ellos se las creen pero si les dan de comer…
HE OÍDO Y LEIDO
cosas como las siguientes: la elección del nuevo Papa será muy reñida pues el
Vaticano es un avispero de víboras
(yendo por ahí el “experto” pronto nos argumentará con una botica de herramientas o con una carnicería de vegetales); otro más dijo: ciertamente el sucesor
será una persona muy cercana al Papa Benedicto y continuará con los
lineamientos doctrinales de siempre (¡cuánta profundidad, señor experto!)…
IBA YO EN MI AUTO,
el martes pasado, cuando al voltear vi
que el vigilante del estacionamiento abrió su casillero personal y –como una
luz inesperada- aparece el cartel de Benedicto bendiciendo con la mano en alto
y la sonrisa franca; bajé del auto, ingresé a la tienda y en el mostrador
sendas estampas de Juan Pablo II y Benedicto XVI, como si dieran la bienvenida
y despacharan a cada cliente; de ahí me fui al local de la lotería para cambiar
el billete que me regalaron diciendo que tenía reintegro, la abuelita toma el
“cachito” y lo pone junto a otros detrás de un recorte de periódico con
Benedicto-Charro en el papamóvil de León; no me recupero de las coincidencias
cuando regreso al estacionamiento y equivocadamente me quieren entregar un
llavero que no es mío pero que lleva la imagen del Papa Benedicto; de plano que
regresé a casa empapado por el afecto que el pueblo de Dios le tiene al Santo
Padre…
NO SE ME ANTOJA ser
“experto” en cuestiones papales porque seguramente opinaría que el próximo
pontífice podrá ser un japonés de África, o que tal vez será un extremista
moderado porque Ratzinger tuvo la precaución de nombrar cardenales de su preferencia;
como experto opinaré que el sucesor deberá corregir todo lo que el anterior
hizo mal (y no sabré ignorar tanto y tanto que hizo de bien), o tendré que
“reconocer” que la situación de la Iglesia es muy, pero muy difícil (¿y cuándo
ha sido fácil?)…
APLAUSOS Y MÁS
APLAUSOS para tantos y tantos hijos de Dios que nos abrimos a su voluntad sin
necesidad de rayos apocalípticos ni profecías tremendistas, para tantos y
tantos hijos de vecinos que sin ser expertos le atinan al comentario con la
sencillez y sentido común que no se les da a los avezados…
NO DEJE USTED de
aplaudir y escoja uno de los siguientes calificativos para la decisión papal:
inesperada, sabia, coherente, sorpresiva, plausible, sensata, libre, prudente,
cuerda, honesta, valiente, ejemplar, respetable, luminosa, justa, humilde, consciente,
amorosa, fiel, benéfica, bendita –en latín se dice: benedicta-, atinada, edificante… (dijimos que sólo uno, ¿eh?)…
P. Eduardo
Lozano,
Director de
Teatro y Medios Alternativos
de la
Arquidiócesis de México
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