Mons. Pedro Agustín Rivera Díaz
El empeño de que no se reciba la Eucaristía en la mano, proviene de grupos lefevrianos y de personas católicas que inocentemente han tomado sus ideas, por lo que en una reducción de la enseñanza de la Iglesia, pretenden restringir lo que Ella, como Madre y Maestra ha determinado, oponiéndose así, aún sin querer, al Magisterio Eclesial.
Dado que la Iglesia da la
posibilidad de recibir la Comunión de pie o de rodillas, en la mano o en la boca,
no es de extrañar que algunos Obispos se declaren a favor de una u otra forma y
que incluso determinen la manera en que se debe de hacer en su diócesis, lo
cual no es vinculante para otras, pues los mismos documentos de la Iglesia, que
dan la norma en libertad, establecen que determinar la forma de recibir la
comunión, reside precisamente en el Obispo del lugar, por lo que considerando
la manera en que cada fiel quiera recibir la Eucaristía, hágase de manera
respetuosa, sin juzgar a quien opta por una de las formas autorizadas por la
Iglesia.
En la actualidad algunos laicos,
para sostener algunas de sus ideas, acuden a documentos del pasado o a
testimonios de santos y con ellos pretenden sustentar sus ideas y en ocasiones,
incluso, imponerlas a los demás. Esto ocurre con grupos integristas, donde el
caso más notorio son los seguidores de Lefevre, que en nombre de una
"supuesta ortodoxia" no aceptan el Vaticano II.
La Iglesia concede la posibilidad
de recibir la Comunión en la mano o en la boca, de pie o de rodillas. Esto
último, aprobado hace casi 50 años por el Vaticano II, ha sido ratificado en
documentos eclesiales signados en el 2007, como lo son la última versión del
Misal Romano en español y la Exhortación Apostólica Sacramentum Caritatis del Papa
Benedicto XVI.
En el caso de la Comunión de la
mano o en la boca, de pie o de rodillas existe la exhortación apostólica Sacramentum Caritatis del 22 de febrero del
2007, del Papa Benedicto XVI que en el número 50, pide, en relación a la
distribución y recepción de la santa Comunión que se haga “lo posible para que el gesto, en su sencillez, corresponda a su valor
de encuentro personal con el Señor Jesús en el Sacramento. Respecto a las
prescripciones para una praxis correcta, me remito a los documentos emanados
recientemente.[151] Todas las
comunidades cristianas han de atenerse fielmente a las normas vigentes, viendo
en ellas la expresión de la fe y el amor que todos han de tener respecto a este
sublime Sacramento”..
Como podemos constatar, la nota
151 de la Sacramentum Caritatis, se refiere al documento del 25 de marzo del
2004 de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los
Sacramentos, Instr. Redemptionis
Sacramentum, que en los números 90, 91 y 92, habla sobre la posibilidad de
recibir la comunión de rodillas o de pie, así como la posibilidad de recibirla
en la boca o en la mano, según lo pida el fiel que comulga. Esta Instrucción a
su vez, hace referencia a los números 160
y 161 de la Instrucción General del Misal Romano, numeración e indicaciones
que quedan signadas en su última versión en español en el 2007 y que aparece en
la página oficial digital del Vaticano:
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